El lanzamiento del proyecto K9, la próxima generación de vehículos comerciales ligeros del Grupo PSA y Opel, ha entrado en su recta final. Después de meses de ensayos en el taller conocido como el búnker de Balaídos, esta semana ha entrado en cadena la primera furgoneta K9 en una prueba piloto previa al arranque de las preseries (el paso anterior a la producción en serie) el próximo septiembre. A la vuelta de las vacaciones también está previsto que el centro concrete la organización industrial para la subida en cadencia de las nuevas superestrellas de Balaídos, para las que se estima una producción de más de 230.000 unidades al año.

El proyecto K9 (tres furgonetas de las marcas Citroën, Peugeot y Opel), avanzado en exclusiva por este periódico en enero de 2013, es uno de los más importantes de la historia de Balaídos no solo por el volumen de fabricación que garantiza (más de 2 millones de unidades en diez años) y la integración por primera vez de una tercera silueta de Opel, sino también porque ha permitido transformar el centro y abrir la puerta a llegada de un segundo lanzamiento industrial, como así fue (el todocamino de Peugeot con el código V20, antes P24), lo que ha permitido mantener las dos líneas de montaje y escapar del monoflujo (es la única planta europea que conserva esta estructura).

La adjudicación se produjo en diciembre de 2014 después de imponerse en la carrera por el proyecto al centro eslovaco de Trnava, lo que hizo necesario aprobar un duro plan de competitividad. Al frente del K9 está un equipo de nueve técnicos de alto nivel de las áreas de Coordinación (Faustino Mosteiro), Embutición (Manuel Núñez de la Calle), Ferraje (Manuel Labariñas, Francisco Regueira y Pablo Martínez), Mantenimiento de Ferraje (Cristina Martínez), Pintura (José Ángel Castro), Montaje (Fernando Millos) y QCP-Calidad Centro de Producción (Enrique Cedeira), que después de una etapa en los centros de ingeniería de Francia regresaron a Vigo a finales de 2016 para poner en marcha el lanzamiento.

El equipo completo de proyecto está compuesto por 550 personas, de las que 250 forman parte del "grupo industrial", en el que hay operarios, técnicos e ingenieros (personal de la propia planta), y que grosso modo son los encargados de montar las primeras unidades del K9 en la zona conocida como el búnker. Los otros 200 integran el "equipo de ingeniería", y se encargan del desarrollo de procesos y productos asociados al lanzamiento. Y de esos 200, una mitad son vigueses (trabajan de forma habitual en Balaídos pero suelen desplazarse a menudo o pasan estancias en Francia) y la otra, franceses.

Las primeras unidades de esta nueva generación de comerciales ligeros de Balaídos se montaron bajo estrictas medidas de seguridad -para evitar posibles filtraciones a la competencia- en el búnker, y esta semana se estrenó la primera furgoneta en la línea de producción del Sistema 2, en el que también se ensamblan los monovolúmenes Citroën C4 y Grand C4 Picasso (proyecto B78), según indicaron fuentes sindicales. Se trató de una primera prueba para "evaluar su paso" por la línea antes de que empiecen las preseries en septiembre.

Según indicó el propio director centro y del polo ibérico de PSA (Frédéric Puech) al comité de empresa el pasado lunes, a la vuelta de las vacaciones se concretará la subida en cadencia de estos nuevos modelos, cuya producción en serie está programada para la próxima primavera, y su lanzamiento comercial, para mediados de año.