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Francisco Yáñez: "La empresa que crea que la industria 4.0 es una moda pasajera puede desaparecer"

"Vivimos un momento muy dulce, hemos ganado nuevos proyectos para Renault, Nissan y PSA e invertiremos 2 millones"

Francisco Yáñez, en la planta de TI Automotive en Porriño. // M. Canosa

La multinacional automovilística francesa Grupo PSA ha reconocido al centro de TI Group Automotive Systems en Porriño como uno de sus mejores proveedores en la península Ibérica. Francisco Yáñez, responsable de esta planta que emplea a 82 personas, analiza para FARO la repercusión de este reconocimiento y avanza los planes de la empresa para los próximos años.

- ¿Qué supone la distinción de PSA para TI Automotive Porriño?

-El reconocimiento por parte de nuestro principal cliente hace que nos sintamos respaldados y seguros. Nos anima a seguir trabajando en la misma línea.

- ¿Cuáles son las claves de ese reconocimiento?

-La primera condición es alcanzar los cero defectos. Y a partir de ahí se establece una puntuación que tiene en cuenta aspectos como la logística, la reducción de los costes de fabricación? Todo ello a través de la mejora continua de los procesos.

- ¿En qué situación está ahora la planta? Hace un año consiguieron la adjudicación de piezas para los dos nuevos lanzamientos de PSA en Vigo y también en Marruecos.

-Vivimos un momento muy dulce. Hemos ganado importantes proyectos de Renault, de Nissan, de PSA, incluida la plataforma CMP de Marruecos (la plataforma sobre la que se ensamblarán los futuros modelos que PSA fabrique en el país magrebí). Vamos a producir en Vigo para Marruecos pero con el apoyo de una planta satélite en Kénitra, que nos va a servir para tener cercanía con el cliente y para realizar las últimas operaciones con el producto.

- O sea, que en Porriño harán la parte principal del producto y en Kénitra, el remate final.

-Exacto. Se optimizará la logística. Haremos las operaciones principales aquí, luego enviamos el producto a Kénitra y allí se hará la última parte antes de la entrega al cliente.

- La plataforma CMP la compartirán las plantas del Grupo PSA de Vigo, Madrid y Kénitra, pero también Opel-Figueruelas. ¿Proveerán a esta última?

-Trabajaremos dentro de la compañía. No directamente nosotros, porque tenemos planta localizada en Zaragoza. Pero el grupo sí se verá beneficiado de este proyecto en toda su magnitud.

- Para la adjudicación se vieron obligados a negociar un plan de competitividad, ¿era necesario?

-Sí. En los próximos cinco años las fábricas de componentes van a cambiar más que en los últimos cincuenta. Es lo que se ha bautizado como la cuarta revolución industrial, la industria 4.0, que va a estar impulsada por el sector del automóvil y posteriormente va a llegar rápido al resto de actividades. Las empresas tienen que elaborar una hoja de ruta ambiciosa y clara para ser lo más competitivas posible en el más corto plazo. Si no, se quedarán fuera de la carrera. Nosotros hemos hecho los deberes, tenemos un buen convenio hasta 2021 que ha sido respaldado por más del 95% de la plantilla.

- ¿Se prevén nuevas inversiones? ¿Se pueden cuantificar?

-Las inversiones para los nuevos proyectos rondarán los 2 millones de euros. La electrónica ha bajado mucho de precio y ahora resulta más factible automatizar los procesos. Con menos inversión que en el pasado podemos tener máquinas inteligentes que pueden predecir fallos antes de que ocurran y autocorregirse, al tiempo que nos dan información completa de lo que está sucediendo en tiempo real.

- ¿Cuántos trabajadores tiene ahora el centro? ¿Se prevén nuevas contrataciones?

-Actualmente tenemos 82 empleados. Serán necesarias nuevas contrataciones, pero aún es prematuro concretar una cifra sin saber la acogida que van a tener los nuevos vehículos en el mercado.

- ¿Habrá necesidad de ampliar instalaciones?

-Tendremos que hacer cambios importantes en el layout, en la distribución de las máquinas. Pero será suficiente.

- Antes mencionaba la industria 4.0, ¿cree que supondrá un recorte de empleo?

-La industria 4.0 no necesariamente supondrá menos empleos en Galicia; los empleos serán de otro tipo. Este nuevo concepto industrial va a atraer de forma natural a proveedores que serán necesarios para ocupar los nichos de negocio que van a surgir. Necesitaremos empresas expertas en Big-Data, en fabricación aditiva, en realidad aumentada, en IoT (Internet de las cosas). Un claro ejemplo es Alemania, que lleva seis años impulsando esta nueva revolución industrial y la tasa de paro ha caído del 8% en 2010 al 4% actual.

- ¿Cómo ve la presión que ejercen Portugal y Marruecos?

-No debemos mirar con miedo a Portugal o a otros países de bajo coste. Lo importante es mirar hacia dentro de nuestras organizaciones y preguntarse si estamos dispuestos a cambiar. La competencia es cada vez más dura. Empresarios, trabajadores, sindicatos, administraciones? al final tienen que alinear objetivos y empujar todos en la misma dirección.

- Pero en la negociación de su plan de competitividad la amenaza "low-cost" estaba sobre la mesa.

-Sí, pero ante la amenaza low-cost la receta principal es la industria 4.0, no ser dependientes de la mano de obra y aprovechar la tecnología al máximo. Es la manera de competir y vuelvo a poner el ejemplo de Alemania, donde los costes laborales son el doble que en Galicia, y sin embargo, la tasa de desempleo es más baja.

- ¿Es optimista con respecto al futuro del sector aquí?

-Las empresas que se den cuenta de que esta revolución industrial ha llegado para quedarse van a sobrevivir y ganar la batalla a los competidores low-cost. Las que crean que la industria 4.0 es una moda pasajera corren el riesgo de desaparecer en menos de diez años. Nosotros centramos el concepto industria 4.0 hacia la fábrica digital, que es incorporar la electrónica para gestionar los procesos de producción en tiempo real y poder anticiparnos a cualquier problema; hacia la fábrica inteligente, al tener más información de los procesos será más fácil desarrollar mejoras e innovación. Y la tercera pata es que tiene que ser una fábrica humana. La fábrica digital y la fábrica inteligente solo serán posibles si formamos adecuadamente a los empleados y activamos su talento. Las personas van a marcar la diferencia en este nuevo escenario.

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