Más de un millar de personas acudieron ayer a la movilización convocada en Santiago para exigir a la Xunta que no permita la venta de las centrales hidroeléctricas en la comarca de la Costa da Morte por parte de la empresa explotadora, Ferroatlántica. La marcha de protesta partió del céntrico parque compostelano de la Alameda, discurrió por varias calles que bordean el casco histórico y concluyó en las dependencias administrativas de la Xunta en el barrio de San Caetano.

Por el camino, centenares de manifestantes entonaron consignas como "Las centrales no se venden" o "Los ríos son nuestros y no de Villar Mir", en alusión al presidente del grupo propietario de la explotación, que pretende segregar sus actividades industriales en Galicia.

La manifestación, convocada hace más de un mes, tiene como objetivo presionar al Gobierno autónomico para que no apruebe la solicitud de segregación de las actividades hidroeléctricas de las de producción de ferroaleaciones por parte de Ferroatlántica, alegando que ambas están vinculadas en la concesión administrativa.

La empresa ha expuesto en reiteradas ocasiones que esta venta es necesaria, puesto que la producción hidroeléctrica no es rentable en esa zona de Galicia y que necesita esos fondos para llevar a cabo un plan industrial de inversiones.