Los sindicatos CC OO y UGT han alcanzado un principio de acuerdo con las patronales Asime, Atra e Instalectra para el nuevo convenio colectivo del sector del metal en la provincia de Pontevedra, que tendrá una vigencia de tres años. El preacuerdo se firmó avanzada la madrugada de ayer en la reunión número 15 de la mesa negociadora e incluye unos aumentos salariales del 2% para 2017, el 1,25% para 2018 y el 1,25% para 2019, así como una cláusula de revisión salarial vinculada al IPC real de cada año, un concepto que todas las centrales exigían para mantener el poder adquisitivo de los trabajadores.

Un portavoz de la parte empresarial reconoció que es un buen acuerdo "que dotará de estabilidad al sector y que permitirá avanzar en la leve recuperación iniciada", y matizó que la cláusula de revisión salarial solo afectará si el IPC supera el aumento acordado en cada año y servirá de cálculo, exclusivamente, para el cálculo de las tablas salariales del año siguiente , es decir, "sin efecto retroactivo o atrasos".

CC OO y UGT expresaron su satisfacción por este preacuerdo "positivo", que incluye otras "mejoras" en licencias, establece la voluntariedad en los desplazamientos para colectivos determinados, se mantiene la indemnización por fin de contrato eventual, y se obliga a las compañías multiservicio a "aplicar el convenio del metal cuando operan en empresas de ese ámbito". Sobre el descuelgue de la CIG del preacuerdo, fuentes de uno de los sindicatos firmantes reconoció que "nos resta fuerza de negociación saber desde el inicio todas las partes, incluida la patronal, que la CIG no va a firmar". "Es un tema estratégico y político; gestionan sin pensar en los trabajadores", afirmaron.

La central nacionalista, por su parte, alegó que "no hay cambios sustanciales" con respecto al convenio anterior (cuya vigencia finalizó el pasado 31 de diciembre), y criticó las "prisas" por pactar un convenio "con nocturnidad y alevosía". Xulio Fernández explicó, en declaraciones a Europa Press, que "la única mejora" es la cláusula de revisión salarial, pero que es "insuficiente" porque "no garantiza la recuperación del poder adquisitivo" y existen otros muchos aspectos sobre los que no se ha avanzado, como la subrogación, el plus por eventualidad y el de trabajos especiales o los contratos en formación.

El preacuerdo ha llegado tras cinco meses de negociaciones y después de que en la víspera de la reunión del jueves los sindicatos CC OO, CIG y UGT protagonizaran una concentración ante la sede de Atra en Vigo para urgir a la patronal que diera "pasos" para cerrar el proceso. El consenso en Pontevedra contrasta con la situación del metal coruñés, que está sufriendo una huelga por el convenio. La firma definitiva del convenio pontevedrés será el próximo miércoles.