La exención en el pago del Impuesto sobre la Renta (IRPF), que actualmente beneficia a todos los contribuyentes con ingresos de hasta 12.000 euros anuales, se elevará el año próximo hasta los 14.000 euros, según el compromiso asumido por el Gobierno con Ciudadanos por exigencia de este partido para respaldar el techo de gasto para 2018 y la senda de reducción de déficit aprobados el lunes por el ejecutivo. Esto entrañará que a partir de 2018 los salarios de hasta 14.000 euros anuales dejarán de sufrir retenciones fiscales en la nómina, como ya ocurría con los no superiores a 12.000.

Esta medida afectará a los alrededor de 62.600 gallegos que, según los últimos datos recopilados por el Instituto Galego de Estatística (IGE), declararon unos ingresos de entre 12.000 y 14.000 euros durante el ejercicio 2015. De este modo, el porcentaje de salariados gallegos que se encontrarán exentos de abonar el IRPF a partir del año 2018 ascenderá a casi de la mitad: el 46,6% del total.

A su vez, los contribuyentes cuyos ingresos estén comprendidos entre los 14.000 y los 17.500 euros verán reducido el gravamen por IRPF, según anunció el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. Según las estimaciones del dirigente de la formación naranja ambas medidas beneficiarán a unos 2,8 millones de contribuyentes. Otros 700.000 declarantes pagarán también menos por IRPF por la aplicación de las nuevas deducciones de 1.200 euros por contar con ancianos y personas discapacitadas a su cargo.

La rebaja fiscal, que es selectiva, según precisó anteayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, supondrá un ahorro de 2.000 millones a 3,5 millones de contribuyentes: el 18% de los españoles que pagan este impuesto.

El Gobierno accedió a esta rebaja para lograr el respaldo de Ciudadanos, a pesar de que el 20 de junio, el ministro de Hacienda aseguró que no había margen para reducir impuestos en el año 2018, al encontrarse España bajo el Protocolo por Déficit Excesivo que impone la Unión Europea por el incumplimiento de los objetivos de déficit fijados. El Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) declaró en un comunicado que "no es el momento" de bajar ese impuesto, máxime cuando España tiene una presión fiscal seis puntos inferior a la de la UE.