La demanda de cruceros de lujo, segmento en el que Galicia está a punto de entrar con el contrato de la cadena hotelera estadounidense Ritz-Carlton (Marriot International) con el astillero vigués Hijos de J. Barreras, ha crecido un 11% en los últimos cinco años, con un mercado que mueve anualmente más de 2.000 millones de euros, según revela un informe sobre el sector de lujo de la consultora Bain & Co.

El desembarco de Ritz-Carlton en este negocio con su propia marca y naviera (Ritz-Carlton Yacht Collection) es otro síntoma de las expectativas de este subsegmento de los cruceros. Ya a nivel general, en 2016 había 448 cruceros en servicio en todo el mundo y la previsión que maneja la patronal del sector, CLIA, es que entre 2017 y 2019 se sumen otros 65 cruceros oceánicos y 17 fluviales, incrementando así la capacidad en 11.278 pasajeros.

El tirón del sector hace que los principales astilleros de Europa se encuentren en la actualidad a plena capacidad, con ejemplos como los de Meyer Werft (Alemania), Meyer Turku (Finlandia), STX France (Francia), Fincantieri (Italia), Lloyd (Alemania), Brodosplit (Croacia), Vard (Noruega y Rumanía) y Uljanik (Croacia). Con el contrato de Barreras, Galicia accede a un segmento exclusivo. El astillero vigués tiene una honda experiencia en la construcción de ferries, buques que combinan el transporte de vehículos y de pasajeros y también exigen una serie de requerimientos de habilitación naval a los que no todos los astilleros llegan.