El nuevo secretario general de CC OO, Unai Sordo, abogó ayer en su primer discurso como líder del sindicato por una organización "a la ofensiva" que acabe con el "injusto" modelo laboral, basado en la temporalidad y el despido barato, con una mayor presencia y fuerza en las empresas y en la sociedad.

"El sindicato se va a dejar la piel para resolver los enormes retos que tiene el mundo del trabajo", comenzó Sordo ante el plenario del XI Congreso, del que salió también una nueva Comisión Ejecutiva, totalmente paritaria, y de la que forma parte el ex dirigente de CCOO en Andalucía Francisco Carbonero, imputado hace dos días en una de las piezas de los ERE. Su inclusión generó tensiones internas en este proceso de relevo en el sindicato liderado hasta ayer por Ignacio Fernández Toxo.

Finalmente, el sindicato logró consensuar posturas y presentar una sola lista a la Comisión Ejecutiva con nueve miembros nuevos y que en la noche del viernes para el sábado logró el respaldo del 61% de los votos frente al 88% obtenido por Sordo.

Ayer, tanto Toxo como Sordo quisieron destacar que el sindicato sale más cohesionado y más fuerte. Entre los grandes retos que afronta CCOO en los próximos años está recuperar la afiliación y avanzar en una gestión más eficiente y cercana a las necesidades de los trabajadores. "Es la mejor ejecutiva para salir impulsados y reforzados", señaló Sordo.

"Nosotros no renunciamos a la derogación de las reformas laborales", apuntó ante la presencia de la ministra de Empleo, Fátima Báñez. Junto a esto, también pidió cerrar rápido un acuerdo salarial para este año que sirva de guía y permita a los trabajadores "mejorar su poder de compra", así como subidas de las pensiones y lograr una renta básica.

"Tengo la enorme responsabilidad de responder a la confianza que se me otorga y a la Comisión Ejecutiva (...). El sindicato se va a dejar la piel para resolver los enormes retos que tiene el mundo del trabajo", defendió.