El fabricante japonés de airbags para vehículos Takata ha solicitado la protección de la ley de quiebras ante los tribunales de Japón y EE UU, además de anunciar un acuerdo para la transferencia de gran parte de sus activos a la estadounidense Key Safety Systems (KSS) por 1.588 millones de dólares (1.420 millones de euros). "Bajo este acuerdo, KSS adquirirá la práctica totalidad de los activos de Takata, salvo aquellos relacionales con la fabricación de infladores de airbags", explicó la firma estadounidense.

Según estimaciones de Tokyo Shoko Research, los pasivos de Takata y sus filiales alcanzarían un total de 1,7 billones de yenes (13.640 millones de euros), lo que representa la mayor quiebra de una empresa japonesa de manufacturas.

La compañía japonesa atravesaba una crisis desde 2008, cuando se detectaron fallos en el sistema de inflado de sus airbags, que han sido relacionados con al menos 16 muertes en todo el mundo (once en EE UU) debido a que dichos componentes podrían explotar con una potencia excesiva.