Con la ampliación casi descartada -los analistas cifran sus necesidades de capital en al menos 4.000 millones, y vale en Bolsa apenas 1.420-, Banco Popular encomienda su futuro a la búsqueda de un comprador mientras se deshace de activos no estratégicos. Pero para lograrlo su presidente, Emilio Saracho, necesita disponer de barra de liquidez para capear un temporal que se ha llevado por delante más de la mitad del valor bursátil del banco en solo tres sesiones. Esta será su misión en el encuentro que mantendrá hoy con el Banco Central Europeo (BCE), según fuentes del mercado consultadas por FARO. De acuerdo a Bloomberg la entidad estaría sopesando también solicitar al eurobanco que funcionarios suyos supervisen o guíen su gestión en caso de no lograr esa liquidez extra.

El caso es que mientras Saracho y su equipo mantienen el pulso -y el silencio- el valor de la entidad se hunde. Ayer volvió a anotarse una caída, la mayor del año esta vez, tras una depreciación superior al 18%. Con el nuevo retroceso el sexto mayor banco de España apenas vale 1.418,54 millones de euros. Esto significa que el 100% del banco sería hoy adquirible solo con el 26% de los 5.455 millones que le inyectaron los accionistas en las tres ampliaciones de capital realizadas por la entidad entre 2012 y 2016 para fortalecerse e intentar enderezar su rumbo. O, más aún, podría controlarse con un desembolso de poco más de 700 millones; solo el Banco Pastor, como publicó FARO, está tasado en 515 millones por Goldman Sachs.

Pese a este fortísimo correctivo infligido por los inversores, analistas consultados por varias agencias de información confiaron en que el Banco Popular persista en el índice selectivo bursátil Ibex 35, que reúne a los 35 valores más líquidos y valiosos de los parqués españoles, una vez que mañana, miércoles, su composición sea revisada en la reunión periódica de su comité técnico. Ayer, el Ibex 35 retrocedió el 0,19%, afectado por la presión vendedora sobre el Popular.

En la intensificación de la tendencia bajista de ayer pudo haber influido el nerviosismo general de los accionistas por temor a un desenlace inconveniente para sus intereses, el habitual proceso de retroalimentación cuando se pone en marcha una dinámica muy marcada en sentido alcista o bajista y la renuncia del banco francés Crédit Mutuel (accionista de referencia del Popular, del que posee el 3,952%) a continuar en el consejo de la entidad española.

"Aquí no se está repitiendo el caso de las cajas o del Monte dei Paschi di Siena porque en este caso es un banco solvente", ilustra a este periódico Vicente Martín, socio director de Zincapital. A cierre del primer trimestre Banco Popular sumaba recursos propios por 11.190 millones de euros y una ratio de solvencia CET 1 del 10%. A juicio del mercado el banco que preside Saracho tiene un problema "de cuenta de resultados, con mucho inmovilizado y un modelo que se ha hecho obsoleto", pero no es motivo para la intervención de oficio de las autoridades bancarias. "El Popular necesita capital, pero no va a conseguir dinero del mercado y parece que nadie tiene prisa en comprarlo", resume otro experto consultado por FARO. "Otra cosa -zanja- es que haya compradores que estén empujando el valor a la baja para que cueste menos".