A las 18:30 horas de la tarde de ayer expiró el plazo para la presentación de las ofertas "preliminares" de compra sobre Banco Popular, la sexta mayor entidad del país por volumen de activos que necesita una inyección millonaria de capital para hacer frente a la resaca del ladrillo. JP Morgan contactó con cinco bancos españoles para que trasladaran "un precio y una estructura de la operación", y todos respondieron al convite. Fueron Banco Santander, CaixaBank, BBVA, Banco Sabadell y Bankia. "Respondemos todas, otra cosa es la orientación de la respuesta", explicaron fuentes financieras a FARO. Santander y BBVA se perfilan como las favoritas para volver a enhebrar las costuras del Popular, que opera en Galicia con Banco Pastor; Bankia, aún propiedad del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), parece la favorita del Gobierno.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, fue quien introdujo a Bankia en esta puja al desvelar que la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri analiza el "potencial interés" en la compra. Pero fue el propio Banco Popular quien admitió la preselección de ofertas para "explorar una posible combinación de negocios" [no habla de venta] a través de un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). "Banco Popular sigue desarrollando sus planes, negociando la realización de activos no estratégicos, preparando el reforzamiento de su capital y recursos propios, y haciendo prospección de posibles combinaciones de negocios con otras entidades. Hasta el momento no se ha adoptado decisión definitiva sobre las distintas alternativas", continuó el comunicado.

De este modo el banco no descarta de momento una nueva ampliación de capital, a sumar a la de 2.500 millones que cerró el año pasado. Esta vía la dan casi por descartada los expertos del sector porque, defienden, Banco Popular necesita 4.000 millones extra de capital, más de lo que vale en Bolsa. La acción volvió a cerrar ayer en pérdidas con un retroceso del 1,13%, a 0,69 euros. La capitalización es de 2.925 millones.

Opciones

La dimensión del banco (143.000 millones en activos) y la cantidad de activos vinculados a la promoción inmobiliaria y otros no estratégicos (36.800 millones) sitúan al Santander y BBVA como mejor situados. El problema, sugieren los mismos expertos, es la "posible falta de sinergias" y los riesgos de la operación. Sabadell continúa con la integración del británico TSB y CaixaBank acaba de hacerse con el portugués BPI. Bankia, que trabaja por su parte en la integración de Banco Mare Nostrum, cuenta con activos por 183.953 millones de euros y saldos dudosos por 10.984 millones (a 31 de marzo). Los del Popular ascienden a 19.112 millones de euros.

La comunicación de la entidad ha soliviantado a la plantilla, que censura haberse enterado por los medios de las operaciones corporativas en las que trabaja el equipo de Emilio Saracho. "Hace quince días, toda la representación sindical, no solo UGT, solicitó formalmente una reunión con la presidencia y ni siquiera nos han contestado", condenó Javier Castro, de UGT-Galicia, a preguntas de FARO. "Como todo lo que ocurre en esta empresa, cómo pasó con Indra, el ERE o la venta de la financiera a Abanca, los empleados nos enteramos por la prensa. Entendemos que es una situación delicada y siempre hemos tenido una posición de cautela, pero esta es la enésima vez que ocurre. Nos merecemos una explicación", ahondó.

Por último, y sobre los plazos para ejecutar una eventual operación de venta, Luis de Guindos contestó que el Gobierno tiene "muy poco que decir", e insistió en que el sistema financiero español no genera ninguna duda, está saneado, y se pone de ejemplo como caso de éxito en su reestructuración.