Habita en aguas templadas, es rico en Omega 3, tiene pocas espinas y crece muy rápido. Se trata de la cobia ( Rachycentron canadum) y es, para los expertos, la nueva promesa entre las especies acuícolas. La cobia alcanza los cinco kilogramos de peso en apenas doce meses; el salmón tarda 18 en engordar la mitad y un rodaballo necesita 900 días (dos años y cuatro meses) en alcanzar los 2,3 kilos. Así que, de inicio y para la industria, se trata de una especie atractiva en tanto consume menos circulante y tiene un sabor similar a especies como el mahi, cuya escasez de capturas ha dificultado su producción en los últimos meses a las empresas de capital gallego en Perú.
Según los últimos datos disponibles de la FAO (2014), la producción de cobia en cautividad fue de 40.300 toneladas, frente a las 72.000 de rodaballo y a años luz de los 2,3 millones de salmón salar y los 3,6 millones de tilapia. "Todavía no conocemos su potencial porque nadie ha desarrollado un plan de marketing agresivo con esta especie", valora el consejero delegado de Open Blue Sea Farms, Brian O'Hanlon. Su empresa se dedica a la cría de cobia a ocho millas de la costa de Panamá. Los ejemplares juveniles permanecen en pequeños tanques en la costa hasta alcanzar los 600 gramos, y son trasladados a continuación a jaulas en mar abierto. La cobia llega al mercado con un peso que oscila entre los seis y los diez kilos.
En el año 2010 la feria Seafood de Bruselas acogió la presentación en sociedad de la cobia con buena recepción por parte del mercado por su versatilidad, pero las ventas nunca llegaron a arrancar. Se consume -y cultiva- principalmente en China y Taiwan; Estados Unidos también valora sus potencialidades, pero de momento su consumo es residual. Para la industria que el consumidor se rinda a los encantos de esta especie es cuestión de tiempo: "Se necesitará un pescado de gran calidad cultivado de forma sostenible" por el incremento de la demanda y el progresivo encarecimiento de la materia prima salvaje. Sus defensores aseguran que no pretenden competir con la tilapia o el pez gato (390.000 toneladas de producción en 2014).
En 2012 la Comunidad Valenciana aprobó el proyecto para una granja en Corbera que aspiraba a sacar al mercado hasta 1.000 toneladas de cobia al año. De esta iniciativa nunca más se supo.
