Ignacio González (Madrid, 1968) valora el preacuerdo firmado con los sindicatos (refrendado ayer en la asamblea de trabajadores convocada por CIG, UGT, USO y CUT) porque permitirá crear 80 puestos de empleo "fijos y estables" y asegura seis años de competitividad salarial a la multinacional pesquera viguesa. González hace balance del resultado final de las negociaciones y de la situación de la compañía catorce meses después de su llegada procedente de Campofrío.
- Resueltos ya los frentes laboral y patrimonial, ¿qué toca ahora?
-El problema de las empresas es que los problemas no se acaban nunca. Hemos aclarado el equilibrio patrimonial de Nueva Pescanova, del holding, y de Pescanova España. Faltarían las filiales. Tenemos filiales que hay que reequilibrar y deuda que renegociar. Es una segunda fase que tenemos que hacer ahora. Aparte de los problemas habituales de la pesca, la acuicultura y el mercado.
- ¿Contemplan la venta de alguna filial?
-La reflexión parte del ADN de la compañía. Si nosotros tenemos filiales que no responden a nuestro ADN, lógicamente las ponemos bajo la lupa. Estamos aquí para eso, para traer "toda la frescura del mar al consumidor", todo lo que no sea eso, sobra.
- El acuerdo establece unos salarios para ese cuarto turno de fin de semana superiores a los planteados al principio. ¿Afectará eso a su previsión de beneficios?
-El acuerdo es satisfactorio tanto para nosotros como para los trabajadores. Obviamente no es lo que pedíamos, pero tampoco lo que ellos pedían. Las negociaciones son así. A la compañía lo que nos va a permitir es durante un periodo de seis años tener unos salarios competitivos para poder contratar y depender menos de las empresas de trabajo temporal, que de hecho, se han encarecido. Creamos empleo fijo y estable. ¿Esto impide el plan de negocio? Para nada. Es una mejora, un facilitador. Estoy satisfecho porque tenemos paz social y la posibilidad de acompañar el crecimiento de la compañía con los trabajadores. Es bueno para Pescanova, Galicia y esta comarca.
- ¿En algún momento llegó a estudiarse la posibilidad de un ERE o de otros ajustes más drásticos?
-No. Cuando llegué a Pescanova lo primero que dije es que íbamos a mantener los puestos de trabajo y el poder adquisitivo de la gente y a elevar la competitividad. Las dos primeras se han cumplido, con lo cual empezamos la negociación eliminando la palabra ERE. Nunca estuvo sobre la mesa.
- ¿Qué van a hacer con los terrenos que han comprado en Rawson, Argentina? ¿Abrir una planta?
-Hoy por hoy no tenemos proyecto para esos terrenos. Los números, hoy, no salen. No se producirá nada en el corto y medio plazo.
- El dispositivo industrial, ¿es suficiente?
-Sí. De hecho nuestro plan recoge que la baja ocupación de las fábricas, que para cualquier empresa sería un problema, para nosotros es una ventaja entre comillas porque podemos duplicar el tamaño de la compañía sin hacer grandes inversiones. Por ejemplo, en las plantas de Chapela y Porriño, el cuarto turno permitirá trabajar los sábados y domingos, cuando suelen estar vacías.
- Sin embargo, el centro de Krustanord (Francia) sí se va a ampliar.
-El plan contempla una inversión de un millón de euros en esta planta porque en Francia hemos lanzado la marca Pescanova en fresco, con una gama de productos que van desde langostino pelado ecológico a cocido con cabeza, cocido sin cabeza, crudo? Presentamos la gama esta semana en Bruselas. La idea de esa inversión es adaptar el centro a estos productos para el mercado francés y que pueden tener recorrido en otros países de Europa.
- El aparato industrial es suficiente, ¿y la flota?
-El plan reserva 42,5 millones para renovación de flota. Vamos a hacer dos tipos de buques. Uno para el caladero de Mozambique, un tangonero, para gamba, y un barco para Namibia, un arrastrero. ¿Cuántas unidades haremos de cada uno? Dependerá del tipo de acuerdo al que lleguemos con el astillero o astilleros. Estamos en fase de anteproyecto, acabando las especificaciones. La terminaremos en junio. Y entre julio y agosto seleccionaremos qué astillero o astilleros los construirán. Los barcos empezarían a fabricarse a finales de este año. Si somos capaces de hacer entre siete u ocho unidades, nos llevará hasta el año 2020.
- ¿Astilleros gallegos o han ampliado la búsqueda?
-Nos encantaría hacerlos en Vigo. Sería una excelente noticia para Pescanova y para los astilleros de aquí. Pero necesitamos condiciones competitivas. Ojalá. Estamos hablando con seis o siete astilleros, de aquí y de fuera.
- Pescanova quiere entrar en "retail" y "foodservice" con marca propia en EE UU. ¿Renuncian a la marca de consumidor?
-En EE UU, marca Pescanova prácticamente no hacemos. Muy poca. EE UU es una operación de 100 millones de dólares que en un 95% es trading. Han pasado cosas. Una primicia: nos ha dado de alta Walmart como proveedor para los EE UU. Ahora estamos en condiciones de poder vender en Walmart y Sam's Club en EE UU. De hecho estamos finalizando con ellos el desarrollo de un producto. También estamos en conversaciones con Kroger. Pero la transformación en ese país es brutal. Tener una operación de 100 millones basada en el trading, ir balanceándola, lanzar la marca Pescanova con operaciones como éstas y convertirla al final en una operación de consumidor que no es. Es probablemente el país en el que tenemos que hacer una mayor transformación.
- Es un mercado estratégico.
-Absolutamente. Con muchos habitantes, que crece y crece en los productos del mar. Con un componente de salud y naturalidad que otras proteínas animales no tienen? Ahora representa un 10% de nuestro negocio.
"Muchos inversores se han interesado ya por la compañía"
- - ¿No es un riesgo que más del 30% de las ventas de retail dependan de un único operador (Mercadona)? -Es una oportunidad. Mercadona está batiendo su cuota de mercado histórica. Que a nuestros clientes le vaya bien es una excelente oportunidad. Es verdad que con ellos tenemos buena relación porque vendemos productos con marca Pescanova. Pero también vendemos en Carrefour y Amazon. - ¿Afecta a la gestión que haya accionistas de referencia sin vocación de permanencia? -Cuando llegué aquí estaba encima de la mesa el hecho de que los bancos no se iban a quedar, y que lo que iban a hacer es salir de esta compañía en cuanto encuentren un socio industrial. La realidad es que a la luz del plan estratégico han llegado a un acuerdo para refinanciar ese plan, que les convence, y siguen ahí. Y han hecho movimientos que contradicen esa idea de que van a salir. El fondo SVP se ha marchado y su parte la ha comprado el Sabadell. Si tú tienes prisa por irte no compras. ¿Se van a quedar aquí para siempre? No. Pero la compañía, en el medio plazo, puede estar tranquila. El Plan 2020 está preparando la empresa para que en ese horizonte encontrar un socio industrial o salir a bolsa, y esa discusión la tendrán en su momento los accionistas. Y eso afecta cero a la gestión. - ¿Hay contactos ya con algún potencial socio industrial? -Inversores que se interesen por la situación de Pescanova hay muchos. Porque las buenas noticias que la compañía lleva generando este último año no pasan desapercibidas en el mercado financiero. Pero los bancos ahora mismo no se van a mover. Es una buena noticia porque significa que las cosas van mejor. No te hablo de socios industriales, sino de fondos. - Socio industrial o bolsa. ¿De qué es más partidario? -Mi trabajo es poner la empresa con unos números que permitan hacerse esa pregunta. - ¿Se han reducido las tiranteces entre la "vieja" y la "nueva" Pescanova? -Eso habría que preguntárselo a ellos. Lo que han dicho es que van a impugnar la ampliación de capital. Es una decisión suya. No nos preocupa. Todo el proceso se ha llevado de manera impecable y de hecho está homologado por un juez. - ¿Barajan la posibilidad de comprar otras empresas? -En el plan no está, porque no tocaba. Pero si surge esa oportunidad se llevará esa idea al consejo. Se están produciendo movimientos de concentración en el sector y habrá que estar atentos.
