Los tres sindicatos con representación en Galicia coincidieron ayer en destacar que los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) en Galicia son nefastos y que la comunidad evoluciona peor que el resto del Estado. No les falta razón. Galicia destruyó entre enero y marzo 16.000 puestos de trabajo; una media de 177 por día. El descenso de la ocupación en el primer trimestre fue del 1,5%, suficiente para anular el efecto del incremento registrado en el último año.

Galicia tiene hoy 12.500 ocupados más que un año (+1,2%), un total de 1.033.600 personas, pero 16.000 menos que hace tres meses, una muestra de que la mejora del empleo es aquí explosiva en periodos de alta actividad comercial o turística pero muy poco sostenida en el tiempo.

El descenso de la ocupación registrado en Galicia representa un 23% del producido en el conjunto del país -69.800 personas- y cuadruplica el dato porcentual (-1,5% frente al -0,38% estatal). Galicia es la cuarta comunidad que más ocupados pierde en términos absolutos tras Comunidad Valenciana, Baleares y Canarias; y la quinta en porcentaje (tras Baleares, Cantabria, Canarias y Extremadura).

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La mala posición gallega se repite además en otros parámetros. Es la segunda comunidad que pierde más población (2.000 personas en un trimestre) tras Castilla y León, y la que ofrece una tasa de actividad más baja (53,28%), sólo superada por Asturias (50,83%). Galicia es la tercera autonomía que suma más parados (13.000 desde enero, hasta un total de 217.100), por detrás de Cataluña (18.200) y Baleares (16.700) y la cuarta con mayor incremento porcentual (de un 6,3%) tras Baleares, La Rioja y Cantabria. Esa subida del 6% contrasta además con la media estatal, del 0,41%. La comunidad tiene, eso sí, 10.800 desempleados menos que hace un año, pero contrasta con el -11% registrado de media en el conjunto estatal, hasta sumar 4.255.000 parados. La población activa también retrocedió entre enero y marzo en 3.000 personas (-0,24%), el único dato gallego en línea con la media nacional, pero el retroceso casi duplica el incremento del último año (1.800).

La pérdida de ocupados fue general a todos los sectores, especialmente en la construcción (-5,7%) y 4.000 personas menos con trabajo; el sector primario (-1,4% y 1.100 menos); servicios (-1,3%, 10.100 personas) y la industria (0,4%, 800 personas). La debacle del empleo se produce además entre los asalariados, con una pérdida de 24.100 personas ocupadas que las 7.000 altas entre los trabajadores por cuenta propia no logran compensar. El comportamiento del mercado laboral da una idea de que el empleo es estacional y las cifras demuestran que también precario. La tasa de temporalidad crece en ocho décimas en un año (del 25 al 25,8%), en el que los asalariados con contrato indefinido se reducen en 3.900 personas y los que tienen un contrato temporal aumentan en 7.400. Los contratos a tiempo parcial aumentaron además un 4% frente al 0,7% de avance de los a tiempo completo y 63% de quienes trabajan unas horas se acogen a ella porque no encuentran otro empleo, denunció CCOO.