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Las predicciones sobre el crecimiento

Rajoy sube el optimismo en la economía

El Gobierno aumenta la previsión de PIB en dos décimas, hasta al 2,7%, y supera otros pronósticos, salvo los del BBVA y Banco de España -Prevé un paro del 17,5% este año

Rajoy sube el optimismo en la economía

El Gobierno modificará la próxima semana su previsión de crecimiento económico español para este año, elevándola del 2,5% al 2,7%, según anunció ayer el presidente del ejecutivo, Mariano Rajoy, durante la asamblea anual de la patronal española CEOE. La revisión al alza del pronóstico de crecimiento del PIB español se anuncia dieciséis días después de que el Gobierno hubiese llevado al parlamento, el pasado día 4, su proyecto de presupuestos generales del Estado para este año con una previsión de avance económico del 2,5%.

La elevación en dos décimas de la expectativa de crecimiento del producto interior bruto, de materializarse como es probable que ocurra con los datos disponibles del primer trimestre, facilitará el cumplimiento de otros objetivos del presupuesto. Ya el pasado día 4 se constató que el presupuesto tendía a ser prudente en su estimación de PIB y, sin embargo, optimista en creación de empleo y sobre todo en ingresos tributarios, dado que, con un avance del 2,5%, el Gobierno pretende recaudar en impuestos (aunque con la ayuda de una inflación mayor) el triple que en 2016 con un crecimiento económico entonces del 3,2%. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que siempre erró desde 2012 en sus previsiones de recaudación tributaria, espera que el Fisco ingrese este año 200.963 millones, una cifra récord en la historia española y superior a los 200.676 millones que ingresó el Estado en 2007, último ejercicio completo de la primera legislatura de Zapatero y que fue el más boyante de la economía española en empleo, recaudación y superávit fiscal.

Rajoy justificó ayer la elevación de la previsión de crecimiento hasta el 2,7% (solo dos semanas después de haber elaborado los presupuestos con una presunción del 2,5%) por la marcha de la economía en el pasado trimestre y por la mejora de las previsiones sobre España y la economía internacional realizadas por varios organismos públicos y entidades privadas. La última actualización fue la del Fondo Monetario internacional (FMI) el martes. Rajoy afirmó que el nuevo diagnóstico del ejecutivo, pese a su incremento hasta el 2,7%, sigue siendo "realista y prudente" e inferior, dijo, a la mayoría de los pronósticos sobre España.

En realidad, y sin perjuicio de que puedan seguir siendo actualizados a lo largo del año (a medida de que se dispongan de más datos sobre la evolución de la economía nacional e internacional), el grueso de los diagnósticos nacionales e internacionales siguen estando por debajo del 2,7% que anunció ayer Rajoy. Solo son más optimistas que el Gobierno el Servicio de Estudios del BBVA, que acaba de aumentar el martes su predicción para España del 2,7% al 3%, y el Banco de España, que actualizó la suya el día 4 y la llevó del 2,5% al 2,8%.

El resto de los augurios son favorables para España pero menos. El FMI acaba de actualizar el suyo y lo ha situado en el 2,6%, una décima por debajo de lo que dijo ayer el Gobierno. El 2,6% es también la última previsión difundida por Funcas. La OCDE y las Cámaras de Comercio presagian avances del 2,5%; Ceprede, del 2,4%, y la Comisión Europea y CEOE, del 2,3%, aunque algunos de estos vaticinios fueron realizados en marzo e incluso en febrero.

Un crecimiento como el que ahora barrunta el Gobierno es muy óptimo, sobre todo en términos comparados con otras economías avanzadas, pero aún entraña una desaceleración de cinco décimas respecto al crecimiento español de 2015 y 2016 (3,2%). Todos los pronósticos (incluidos los del Gobierno) predicen una mayor atenuación, aunque en tasas aún muy positivas, en 2018 y 2019. Esto supone un desafío para poder acrecentar la caída del paro (la última estimación del Ejecutivo fijaba una tasa de paro del 17,5% para este año, dos puntos menos que a cierre de 2016), para atacar la brecha del déficit fiscal y para intentar detener el crecimiento (aún incesante) de la deuda pública, que en enero (último dato difundido) se encaramó a un nuevo máximo histórico: 1,114 billones.

De hecho, el FMI, a la vez que el martes mejoró su predicción para la economía española, aventurándole una progresión en 2017 del 2,6% (de las más altas del mundo avanzado), pronosticó que el Gobierno (en contra de lo que promete) no será capaz de cumplir este año el objetivo de déficit (-3,1% del PIB), el más elevado de los permitidos en la Unión Europea. El año pasado, España cumplió el objetivo pero con un aumento del PIB del 3,2% y después de que Bruselas le ampliara el margen dos veces: del -2,8% al -4,6%. El FMI atisbó el martes una mejora de la economía global pero sujeta, dijo, a muchos riesgos.

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