La firma Magallanes Renovables retoma el proyecto con el que busca obtener electricidad a partir de las corrientes marinas. Tras un parón de más de un año para reformular la propuesta de I+D, la terminal de cruceros del Puerto de Vigo fue testigo ayer de la llegada de la primera pieza que formará la nueva plataforma concebida por la empresa redondelana. Construido en Ganain, Mos, el artefacto será de mayor tamaño y cuenta con una ingeniería renovada que dista del botado en octubre de 2015. El montaje está previsto que finalice en abril y será testado a partir de mayo en la Ría de Vigo.

A lo largo de la noche del lunes para martes se transportó el primero de los cinco bloques que serán montados en ese espacio. Se trata de la pieza central de la plataforma, que medirá un total de 45 metros de eslora (tres más que el anterior diseño) y que pesará 360 toneladas una vez esté completo, luciendo color amarillo y rojo. A cargo de la ingeniería naval gaditana Sea Master, el diseño es similar al concebido en un primer momento, aunque ya no incluye los "flotadores" a los laterales, ya que tiene estabilidad propia. De esta forma, además, deja de ser un trimarán, como fue en un primer momento.

En esta etapa de su carrera mundial por conseguir energía del mar, Magallanes Renovables cuenta con nuevos socios tanto nacionales como internacionales, a lo que suma también la importante subvención europea conseguida el pasado verano y que les permitirá realizar las pruebas definitivas en Escocia.

Publicada por FARO (ver edición del 6 de agosto), la ayuda consta de los 1,9 millones de euros solicitados por la firma en la cuarta edición de Fast Track to Innovation (FTI), lo que supuso un espaldarazo de la Unión Europea, ya que tan solo hubo 16 ganadores de entre los más de 400 consorcios que se presentaron. Es la primera vez que esta subvención es liderada por una empresa gallega.

Bajo el nombre Ocean_2G, tiene una duración de 24 meses y servirá para financiar las pruebas con conexión a la red en las Islas Orcadas (Escocia). Allí, en el Centro Europeo de Energías Marinas (EMEC, por sus siglas en inglés), intentarán demostrar que la tecnología desarrollada por Magallanes es válida y fiable. Antes llegarán las primeras pruebas en la Ría de Vigo, dónde comprobarán este verano que todos los equipos funcionan correctamente simulando una situación real de generación de electricidad.

Con motivo del ensamblaje de la plataforma, la semana pasada se reunió en Redondela al grupo de empresas participantes en el consorcio. Al EMEC y a Magallanes se unió Leask Marine, firma especializada en instalaciones submarinas y que se ha encargado de realizar y desarrollar el complejo sistema de fondeo y conexión al cable eléctrico submarino.

Junto a ella está también la empresa IM Future, que se dedica al mantenimiento de parques eólicos y que aporta gran experiencia en la conservación de los equipos de generación de electricidad. Con el prototipo a escala 1:10 como telón de fondo, miembros de estas empresas visitaron la construcción del actual artefacto y comprobaron los avances para buscar la energía renovable del futuro.