La asamblea general de Pescanova SA (la vieja Pescanova) celebra mañana en Redondela en segunda convocatoria la junta más trascendental para su futuro, en la que deberá decidir si se adhiere a la ampliación de capital de la multinacional o pleitea contra ella. El consejo ha planteado la vía judicial para bloquear la dilución de la SA en el capital de Nueva Pescanova a través de la impugnación del llamado crédito supersenior y el deterioro del valor de los activos en 151 millones de euros. Los críticos, liderados por el fondo Broadbill Partners, defienden la adhesión a la ampliación, tras la cual la participación de la antigua matriz en la pesquera pasará del 20 al 3,6%. El resultado de las votaciones es incierto, como admiten desde ambos bandos, que apuran las negociaciones con grandes socios para decantar las votaciones. Si denuncia se enfrenta a unas costas judiciales de al menos 1,2 millones de euros, según los cálculos del consejo.