Hace tiempo que la ecoeficiencia es una "teima" en Inditex, que ya desde antiguo busca fórmulas para reducir el consumo eléctrico y de agua y disminuir las emisiones de gases tanto en sus sedes, centros logísticos y fábricas como en las más de 7.000 tiendas que tiene por todo el planeta. Son elementos de lo que el grupo llama Estrategia Global de Sostenibilidad en la que el año pasado dio un salto más con su plan estratégico medioambiental a cuatro años, hasta 2020. El reto es que todos esos locales de venta sean lo más ecológicos posibles, pero también extender ese pensamiento verde al resto del proceso; desde el hilo a la tienda. Y en ello están. Entre el 5 y el 10% de las prendas de Zara, el buque insignia de la multinacional gallega, están elaboradas con material sostenible; ecológico o reciclado. La marca cuenta además desde el pasado mes de septiembre con su propia línea, Join Life, especialmente respetuosa con el medio ambiente.

El objetivo inmediato, para este año, es que el 10% de las prendas que vendan sus nueve cadenas sean de algodón orgánico, tencel (fibra obtenida de madera), refibra (obtenida de la fibra de madera y algodón reciclado) o poliéster y poliamida recicladas, obtenidas de redes de pesca o botellas de plástico, según explicaron esta semana los responsables de Inditex con motivo de la presentación de sus resultados del ejercicio pasado. Y cada vez más ese ciclo de producción se alimentará del reciclaje de sus propias prendas, un exponente de lo que se denomina la economía circular.

Inditex es el cuarto consumidor mundial de algodón orgánico (cultivado sin pesticidas ni fertilizantes) y es líder en consumo de tencel, una fibra que elabora la empresa austríaca Lenzing a partir de madera obtenida de bosques sostenibles con una explotación que garantiza su reforestación. La materia prima se obtiene además en un circuito cerrado que reutiliza el 100% del agua y el 99% de los químicos. Esta firma austríaca e Inditex se han unido para crear Refibra, un material obtenido de ese tencel de madera y algodón reciclado, generado en las fábricas de Inditex de los restos de las mesas de corte. El resultado es "probablemente la fibra más sostenible del mundo", según los portavoces de la compañía, y que Inditex utiliza en exclusiva. La multinacional ha empezado recientemente a incorporar a esa producción algodón reciclado a partir de las prendas que recoge en los contenedores instalados en sus tiendas.

"Seremos capaces de producir nuevos materiales, tengo que confiar en que en unos años todo será reciclado para dejar un mundo más sostenible", explica Robert van de Kerkhof, director comercial de Lenzing, en videollamada desde la sede de la firma a la de Pull&Bear, en Narón.

Precisamente en la búsqueda de nuevos materiales Inditex se ha aliado con un socio de lujo, el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para la creación de nuevos tejidos reciclados de alta calidad. La multinacional impulsa diversos programas de investigación en este campo y financiará una convocatoria del MIT dirigida a universidades españolas para que presenten proyectos en esta línea. Aquellos que sean seleccionados recibirán una beca de trabajo para desarrollar sus ideas con los expertos del de Massachusetts.

Inditex ya tiene entre sus proveedores a empresas que obtienen fibras sintéticas totalmente recicladas a partir de botellas de plástico (poliéster) y de redes de pesca (poliamida), pero una prenda solo permite de momento el uso de un 90% de algodón reciclado. Esta materia prima se reutiliza de forma mecánica, con un proceso de desgarro de la fibra que permite obtener hilo que sin embargo debe mezclarse con otras fibras para obtener la resistencia adecuada. Es lo que hacen en Hilaturas Ferré, una de las proveedoras de materias primas para Inditex. La compañía gallega tiene de hecho un proyecto denominado recovering infinito que pretende llevar el reciclaje al extremo y someter las prendas a hasta 5 o 6 ciclos de recuperación.

Esta empresa, como otras de su sector reciben la materia prima de plantas como las tres que Cáritas -gestionadas por la firma Koopera- tiene en España que seleccionan ropa usada. La que está en mejor estado se vende a precios simbólicos en alguna de las 180 tiendas que la ONG tiene en todo el Estado y la que no permite una reutilización -también en entregas gratuitas a la gente más necesitada- se recicla. Los remaches y cremalleras se destinan a la industria siderúrgica, mientras los tejidos se envían a plantas que los someten a un tratamiento mecánico. Cáritas recibe cada año 25.000 toneladas de ropa y 75 millones de prendas, ahora también recogida en los contenedores que Inditex ha instalado desde septiembre pasado en sus tiendas de Zara de España, Portugal, Reino Unido, y algunas de China, Irlanda, Holanda, Suecia y Dinamarca. Esta medida se extenderá en lo que queda de año a otros países y al resto de las cadenas del grupo. Desde septiembre pasado, la firma ha enviado a Koopera 180 toneladas de ropa.