La Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) tiene en cartera proyectos para construir una decena de buques pesqueros en la que sería la segunda oleada para la renovación de la flota en Vigo después de la anunciada en la pasada edición de Conxemar. Se trata de buques de arrastre y palangre tanto de altura como de litoral "para construir en Galicia y con tecnología gallega", según el presidente de la cooperativa, Javier Touza. El montante total de este megaproyecto supera los 100 millones de euros.

En una reunión con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y la conselleira de Mar, Rosa Quintana, los armadores expusieron pormenorizadamente los detalles de estas nuevas construcciones. "Buscamos una galleguidad de la propuesta. Queremos que las últimas tecnologías desarrolladas aquí se implanten en estos barcos. Es un nuevo paso", explicó Touza.

Para ello, desde ARVI se emplazó a la Xunta a apostar en Madrid por buscar vías de financiación. El presidente de la cooperativa incidió en que los armadores "quieren dejar atrás las subvenciones", para lo que necesitan "intermediarios" como el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) o el Instituto de Crédito Oficial (ICO) que les ayuden a acceder a financiación del Banco Europeo de Inversiones (BEI). "Hablamos de un concepto diferente para unas inversiones muy fuertes por parte de las empresas", indicó Touza tras el encuentro, celebrado en la delegación de la Xunta en Vigo.

Pese a que por el momento no ha podido concretar qué empresas o barcos están involucrados en esta operación, sí especificó que entre los proyectos hay arrastreros para NAFO y Malvinas, así como para Gran Sol, y también palangreros. Cabe recordar que, tal y como publicó FARO en 2015, casi la mitad de los pesqueros registrados en Galicia superan los 29 años de antigüedad que tiene de media la flota en la Unión Europea.

La recuperación de la industria naval gallega se ha consolidado precisamente gracias a la pesca. Armadores gallegos y extranjeros, animados por unos precios del gasoil razonables, los bajos tipos de interés y la demanda cada vez mayor de pescado (crece a un ritmo del 4% anual), han impulsado la renovación de flotas, llenando poco a poco las gradas de las pequeñas y medianas factorías. Los astilleros tienen en la actualidad al menos quince pesqueros en cartera, desde palangreros de superficie a superarrastreros de 80 de eslora, con un valor total aproximado superior a los 250 millones de euros.

La demanda de pesqueros crece en todo el mundo, y en el caso de la flota gallega de altura y gran altura, por necesidad. El primer gran arrastrero contratado por armadores gallegos se lo adjudicó el astillero de Nodosa en Marín, para la pesca de calamar en el caladero de Malvinas, y propiedad de la sociedad Kalamar Limited, participada por la viguesa Rampesca. El segundo arrastrero, también de Nodosa, se firmó con la armadora viguesa Pereira y la sociedad Argos Group Limited, de 74 metros de eslora y también para Malvinas. A mayores, la factoría marinense contrató otros dos arrastreros de la modalidad twin rig para Alemania el pasado febrero.

Los armadores extranjeros confían igualmente en los astilleros gallegos para renovar sus flotas. Dos ejemplos son Freire y MetalShips & Docks. Freire firmó dos superarrastreros de 80 metros de eslora y casco reforzado, encargo de los armadores groenlandeses Qajaq Trawl y Polar Seafood Greenland, que generarán una media de 450 empleos durante 30 meses, mientras que MetalShips también construirá un gran arrastrero para Groenlandia por 50 millones de euros.

A mayores, Armón Vigo también tiene en cartera arrastreros y tangoneros para Argentina y palangreros para armadores nacionales, y astilleros de menor tamaño como Joaquín Castro, Xunqueira, Blascar y Astilleros del Ulla tienen varios pesqueros