La patronal gallega (CEG) perderá a uno de sus miembros fundadores, al menos temporalmente. La comisión ejecutiva de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP) ha aprobado la propuesta de su presidente, Jorge Cebreiros, de solicitar una baja provisional después de la "traición" acometida por su homólogo en la CEG, Antón Arias, y la desidia de la organización respecto a los problemas del empresariado pontevedrés. Es la primera vez en la historia de la patronal gallega, que arranca en 1981, que se produce una situación semejante. Ahora debe ser la asamblea de la CEP la que ratifique la decisión adoptada esta mañana.

Los estatutos de la CEG no recogen la figura de la baja temporal, pero Cebreiros ha mostrado su determinación a continuar formando parte de la misma. Eso sí, tras un "periodo de reflexión" en el que no acudirán a reuniones periódicas como junta de vicepresidentes, juntas directivas o comités ejecutivos. "Tenemos problemas serios", dijo el patrón de la CEP en alusión a los temas menores y cuitas entre bandos que se dirimen en los encuentros semanales en Santiago de la confederación.