La viguesa Enor, integrada desde 2013 en el gigante mundial de los sistemas de elevación Otis, continúa ampliando sus pedidos en el área naval y en la actualidad tiene en cartera más de 400 ascensores para un total de diez cruceros, con entregas planificadas para los próximos siete años, según señaló el director general de Enor, Manuel Gutiérrez. "La empresa está en un momento álgido, de facturación, pedidos y contratos, y hemos aumentado plantilla", afirmó. Enor ha instalado ascensores a lo largo de su historia en más de 800 buques de todo tipo, desde ferris a portaaeronaves, fragatas, cruceros y plataformas offshore para petróleo y gas.
La actividad de Enor en el sector naval arranca a principios de los años 70, por lo que atesora más de cuarenta años de experiencia en el suministro de equipos a barcos y plataformas. En sus primeras tres décadas en el negocio naval, Enor tuvo como principales clientes a los astilleros españoles -principalmente, a los gallegos-, los que debido a la competencia asiática pasaron de construir barcos relativamente sencillos, como pueden ser portacontenedores o cargueros, a buques en los que el componente tecnológico era cada vez mayor.
Su internacionalización en el segmento naval comenzó hace unos diez años, organizando visitas a diversos astilleros de Europa. Este trabajo cristalizó en 2008 con los primeros contratos en factorías de otros países como Francia y Portugal. Después se firmaron distintos pedidos con astilleros australianos y más recientemente, con Dinamarca, China, Brasil y Croacia. Actualmente, está trabajando en colaboración con compañías del grupo UTC, como Marioff y Carrier, en la construcción de cruceros, uno de los mercados más interesantes -cada barco puede tener instalados entre 25 y 50 ascensores- y con mayor carga de trabajo del sector.
Según reconoció ayer el director general de Enor en declaraciones a Radio Galega, Manuel Gutiérrez, en la actualidad Enor tiene en cartera más de 400 ascensores para 10 grandes cruceros, a entregar en los próximos diez años, lo que ha ayudado a la planta de Valadares -la nave de fabricación tiene más de 6.000 metros cuadrados de superficie y cuenta con una de las torres de prueba de ascensores más alta de España- a superar la crisis e incluso a aumentar su plantilla. Uno de los mayores pedidos en el segmento de cruceros se cerró el pasado verano con el grupo Meyer: 160 ascensores y 16 escaleras mecánicas para cuatro cruceros de última generación que se construirán en sus astilleros de Alemania (Meyer Werft) y Finlandia (Meyer Turku). Estos serán los primeros buques de su generación que contarán con sistemas de propulsión híbridos, combinando el diésel con el Gas Natural Licuado (GNL), para su uso tanto en puerto como en mar abierto. Cada crucero tendrá capacidad para 2.500 camarotes y superará las 180.000 toneladas brutas, como avanzó este periódico.
Fue la experiencia de Enor en el segmento naval y también en la construcción de ascensores especiales la que impulsó a Zardoya Otis (la filial española de Otis) a comprar la compañía viguesa en 2013, entonces con unos 400 trabajadores, operación avanzada en exclusiva por FARO. La venta por parte de los antiguos socios de la cooperativa se había aprobado en julio de 2012, pero el cambio de propietario no se cerró hasta febrero del año siguiente, tras lograr el plácet de Competencia y realizar Zardoya Otis una ampliación de capital de unos 155 millones de euros.
La compañía viguesa mantiene un parque de 18.000 ascensores entre España y Portugal. Gran parte del éxito de la compañía de Valladares se ha debido a la diversificación del negocio y a su apertura hacia mercados exteriores. Solo en el segmento naval, Enor tiene experiencia en la fabricación de muchas clases de elevadores, como por ejemplo equipos para pasajeros y tripulación, montacargas, plataformas, panorámicos, equipos anti-deflagrantes para ambientes explosivos y para puertas y escotillas especiales, entre otros.
