En la primera entidad de Galicia, y una de las que también cuentan con sentencia del Supremo en 2013 con la anulación de las cláusulas suelo, hay ya más de 10.000 clientes que se han puesto en contacto a través del servicio de atención de Abanca para solicitar la devolución. Un número que da una idea de la relevancia que tiene la decisión del Tribunal de Justicia de la UE y que el Supremo acaba de incorporar a su jurisprudencia. Y eso que todavía el banco no ha puesto en marcha su propio mecanismo para reclamar. Algo que ocurrirá de aquí al 21 de febrero, como marca el real decreto aprobado por el Gobierno, según ayer confirmaban sus responsables durante la presentación de los resultados del pasado año.

"Es un proceso muy complejo", advierte el vicepresidente, Juan Carlos Escotet. Abanca ultima "todas las herramientas" para "diseñar un proceso lo más simple posible" y afrontar las reclamaciones en línea con lo que estipula el real decreto que facilita los procesos extrajudiciales y "cumplir con los que realmente haya que devolver, los que tengan derecho". Es un aviso, pues, de que Abanca examinará con lupa cada caso en concreto. "No en todos procede", insisten en la cúpula de entidad, porque además en su caso hay que ser "lo más escrupulosos posible" porque el reintegro irá en un 85% a cargo de las garantías concedidas por el FROB en el marco de la subasta de las antiguas cajas. De hecho, a Abanca el proceso le costará 30 millones de euros. Lo que implica que la estimación para el FROB serían 170 millones.