El Gobierno de Portugal prepara una batería de inversiones de 180 millones de euros para la mejora de sus parques empresariales y la apertura de nuevas áreas industriales, la mayoría en la zona norte del país, según un documento del Ministerio de Planeamento e das Infraestruturas recogido por varios medios lusos. De hecho, de los 180 millones, 112 se destinarán a nuevas conexiones de los polígonos norteños y a la generación de nuevas superficies, lo que evidencia la alta demanda de suelo industrial que sufre esta región.
El documento especifica que dentro del capítulo de conexiones por carretera se realizarán ocho actuaciones (seis construcciones y dos recalificaciones), en un total de 39 kilómetros cuadrados de extensión, con una inversión de 82 millones de euros, mientras que la creación de nuevas áreas empresariales se reservan otros 30 millones de euros. Algunos polígonos del norte luso de promoción pública, como el de Vila Nova de Cerveira, están saturados y hay lista de espera por parte de empresas (muchas españolas) para instalarse.
Estas inversiones forman parte del Plan de Valorización de Áreas Empresariales de Portugal, con el que Lisboa quiere dar un nuevo impulso a su industria, mejorando su competitividad en logística, y a la captación de nuevas empresas. Portugal, por costes, tanto de terreno como laborales; agilidad en las tramitaciones, proximidad y ayudas (ya sea a través de exenciones de impuestos o incentivos a la inversión), se ha convertido en un polo de atracción para industrias de todo tipo, no solo de automoción, sino también de elaboración de productos de la pesca, transformaciones metálicas, papeleras, graniteras y de logística, entre otros sectores vinculados a la industria.
Siguiendo la senda marcada por potencias industriales como Alemania o Estados Unidos, y también por Galicia, Portugal tiene previsto destinar una partida de 4.500 millones de euros en los próximos cuatro años para impulsar la digitalización y la Industria 4.0 en más de 50.000 empresas instaladas en el país, según anunció recientemente el primer ministro luso, António Costa.
Las ayudas públicas, en este caso a través del programa Portugal 2020, han sido claves para la apertura del nuevo centro de ingeniería de airbags de la multinacional alemana ZF Group (que absorbió en 2015 a TRW Automotive) en Ponte de Lima, inaugurado el pasado martes y en el que se han invertido 5 millones de euros. Esta unidad de investigación y desarrollo, similar a la que ZF tiene en el polígono vigués de O Caramuxo, ha supuesto la contratación hasta la fecha de 28 técnicos, según indicaron responsables de la empresa en el estreno de las instalaciones.
Nuevos empleos
"Este nuevo centro tendrá 65 trabajadores, y en Vila Nova de Cerveira (donde hay un centro de ingeniería de volantes) tenemos 40. Este año vamos a reclutar a otros 30 empleados, entre ellos ingenieros y personal especializado", precisó Alexandre Marques, gerente del nuevo centro. El 60% proceden de la Universidad de Minho. En O Caramuxo, el grupo cuenta con unos 180 técnicos de su división Active & Passive Safety Technology OSS (Occupant Safety Systems).
