La Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) detectó rentas no declaradas en el IRPF del exministro de Economía Rodrigo Rato por importe superior a los 14 millones de euros entre 2004 y 2015 y calcula que defraudó cuotas por un importe total cercano a 6,8 millones. Estos son hilos de la maraña societaria que presuntamente utilizó para ocultar los fondos.

| El origen del dinero defraudado. La ONIF señala que las cuotas supuestamente defraudadas proceden de ganancias de patrimonio no justificadas derivadas del tráfico de dinero con el extranjero y no declarado fiscalmente; ganancias de patrimonio sin previa transmisión de rentas, rendimientos de actividades económicas como conferenciante y gastos de la actividad empresarial que no son deducibles.

| Las sociedades instrumentales. El informe de la ONIF detecta movimientos de dinero a través de las sociedades panameñas Red Rose Limited y Westcastle, la británica Vivaway y la española Kradonara, ubicada en Sotogrande (Cádiz), que habrían sido utilizadas para ocultar rentas y cuyo beneficiario habría sido el propio Rato. Las sociedades habrían servido "para ocultar la obtención de rentas y la tenencia de un patrimonio financiero" mediante transferencias bancarias internacionales en Luxemburgo, Mónaco, Suiza, Reino Unido y Gibraltar. Para estas operaciones, de unos 7 millones de euros, habría contado con la colaboración de dos despachos de abogados: Plazas, de España, y Findsbury Trust, de Gibraltar.

| Los desvíos de dinero a un hotel de lujo en Toledo. En 2003 Rodrigo Rato constituyó, con sus dos hermanos (Ramón y María de los Ángeles), la sociedad dedicada a la publicidad Cor Comunicación, cuyo control adquirió por completo en 2013. El informe apunta que esta sociedad contaba con dos proveedores (Grupo Macal y Media House) que a su vez pagaron rentas a Montelayos SL y a su filial Layosalud SL y atribuye al propio Rato la titularidad de esta última. Precisamente fue Layosalud SL la que promovió la construcción de un hotel de cinco estrellas en la localidad toledana de Layos y por cuya explotación recibió en 2003 una subvención de casi un millón de euros por parte de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, presidida en ese momento por Rato. El documento de Hacienda determina que el acusado usó la sociedad Montelayos (que pertenece a su socio Miguel Ángel Montero Quevedo) para canalizar las rentas que partían de Cor y que tenían como destino la construcción del hotel de lujo. Las rentas no declaradas ascienden a 3,5 millones.

| Otras operaciones de blanqueo. El informe añade otras dos operaciones en las que apunta que se ha cometido delito de blanqueo de capitales, que son, además del hotel en Layos, un hotel en Berlín con una inversión de seis millones y un chalé en Gijón, con una inversión de 700.000 euros. Esta última propiedad es la casa que Rato se construyó como residencia en Asturias.

| Contratos con empresas que se privatizaron. Las operaciones que vigila el Fisco también se remontan a la época en la que Rato estaba en el Gobierno. Cor Comunicación recibió contratos de Endesa, Aldeasa, Paradores, Retevisión, Tabacalera, Telefónica, Repsol y Logista. Rato, como ministro de Hacienda, había participado en el proceso de privatización de algunas de ellas, como Endesa, Tabacalera (la actual Altadis), Repsol y Telefónica.

| El filón publicitario de Caja Madrid y Bankia. También las sociedades de publicidad de Cor (Publicis y Zenith) "elevaron sustancialmente" los servicios prestados a Caja Madrid y Bankia entre 2011 y 2012 coincidiendo con la etapa de Rato como presidente. La mecánica de actuación en este caso consistía en prestar servicios para Albisa Inversiones (sociedad de Alberto Portuondo) cuyos ingresos eran posteriormente remitidos a Kradonara, propiedad de Rato.

| Pagos encubiertos por asesorar a empresas del Ibex. Respecto a las cantidades percibidas de CaixaBank, Santander y Telefónica por la labor que Rato prestó en calidad de asesor, el informe desglosa que si bien hubo una primera cantidad percibida en calidad de retribución que sí tributaba en el IRPF del acusado, existe otra satisfecha "de forma indirecta y encubierta".

| La retribución camuflada de CaixaBank. Rato recibió entre 2008 y 2009 de CaixaBank un millón de euros. Entre 2012 y 2015 Cor prestó servicios de publicidad a la caja por importe total de 540.000 euros, de los cuales 390.000 encubren una "retribución camuflada" que fue a parar al exvicepresidente del Gobierno a través de unos servicios de publicidad "claramente sobrevalorados" en más de 290.000 euros entre 2014 y 2015, según Hacienda.

| La larga relación con el Santander. Con este banco el economista dejó de colaborar en 2010, a su llegada a la presidencia de Caja Madrid, si bien su sociedad siguió facturando con la entidad que actualmente preside Ana Patricia Botín e ingresó de media 108.000 euros entre 2008 y 2012. Un año después, cuando ya no era presidente de Bankia, volvió a prestar asesoramiento al banco, que firmó nuevos servicios con Cor Comunicación.

| La publicidad, un negocio simulado. Hacienda señala que la empresa de publicidad de Rodrigo Rato no contaba con una estructura propia que le permitiera diseñar los servicios que prestaba y que por tanto los subcontrataba a otras empresas. Por ello apunta a que se trataba de un "negocio simulado" para ocultar el verdadero negocio "que no es otro" que la participación de Rato en los consejos asesores de las entidades bancarias.

| Los pagos de Telefónica no declarados. Rato prestó asesoramiento a Telefónica desde 2013 hasta 2015, años en los que percibió una segunda retribución a través de Kradonara SL mediante un contrato firmado con la compañía. Por lo que lo recibido por estos trabajos habría ido a parar a Rato sin que éste lo declarara.

| La sociedad que factura las conferencias. La ONIF recoge también la actividad de la sociedad Arada, fundada en 1982, y que registró sus ingresos más relevantes entre 2009 y 2012, en su mayor parte por actividades relacionadas con conferencia cuyos gastos declarados no tienen relación en su mayoría con los ingresos. Rato cobraba hasta 65.000 euros por charla. El desglose de los gastos revela que Arada facturó a BCC por impartir conferencias entre 2007 y 2014 cerca de 1,5 millones. También prestó servicios a Muinmo SL y Kradonara, según el informe, que expone que Arada es más un centro de gasto que una sociedad propiamente dicha destinada a la obtención de lucro mercantil y que contiene gastos no relacionados con sus ingresos además de partidas que corresponden al inmueble de uso particular de Cabueñes (Gijón).

| Los pagos de la patronal del seguro y de un banco turco. El exbanquero tampoco habría tributado por los servicios prestados a la patronal del seguro, Unespa, entre 2008 y 2010, 375.920 euros que también facturó a través de Arada, empresa que en tres lustros no habría pagado "ni un euro" en impuesto de sociedades. La misma firma recibió entre 2010 y 2014 unos 120.000 dólares por asesoramientos al banco turco Akbank, importe que tampoco se declaró a Hacienda.

| Y un posible delito de insolvencia punible. El informe de la Agencia Tributaria advierte de la posible existencia de un delito de insolvencia punible por un impago de Muinmo SL, antigua Rueda de Emisoras Rato SL, y que se encuentra en situación de concurso voluntario. La ONIF determina que "continuamente" el dinero obtenido en las ventas de los activos era desviado a personas o entidades especialmente relacionadas con el acusado.