Los trabajadores de las plantas de la comarca viguesa de Grupo Antolín no se sintieron sorprendidos tras recibir la noticia de la venta de la división de asientos a la norteamericana Lear Corporation. Tanto en Vigo como en Porriño veían escuchando la noticia desde hacía ya varias semanas, incluso por parte de trabajadores que se encuentran en la sede de la firma burgalesa. Sin embargo, desde un principio la multinacional española no quiso dar veracidad a los "rumores" de la operación. "Era algo esperado y estamos tranquilos porque nos aseguraron que los puestos de trabajo se van a mantener", explicó Wagner Steppa, presidente del comité de empresa de la planta de Valadares.

El de UGT indicó que la dirección les informó por la mañana de la venta, que entienden que representa un "beneficio mutuo". "Ellos van a poder entrar más en marcas con las que trabajamos y nosotros ganamos su experiencia", comentó Steppa, que sin embargó explicó que hay "cierta incertidumbre" al tratarse de un cambio tan importante. "Mejor dicho, estamos a la expectativa de ver cómo va a ser la transición. Pero por los proyectos del K9 tenemos trabajo asegurado y por eso estamos tranquilos", manifestó.

Por su parte, Víctor Domínguez, miembro del comité de empresa en la antigua Perfiles Gallegos de Automoción (P.G.A.) de Porriño, explicó desde la dirección "quisieron tranquilizarnos" con lo que plantilla se mostró "esperanzada aunque dentro de la incertidumbre" tras la venta a un gigante del sector. "Nos aseguraron que las condiciones no van a cambiar para nosotros y tampoco tenemos fechas concretas", matizó Domínguez, que también recordó que la planta porriñesa "es distinta a la de Vigo, con otro tipo de producto", pero que cree que "puede encajar a la perfección".