El coruñés Antón Arias Díaz-Eimil ha sido proclamado presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) por 100 votos a favor, 64 en contra y uno en blanco, el resultado con una oposición más abultada en los 36 años de la organización. El exdirectivo de la construcción retuvo el apoyo de A Coruña, Lugo y algunas sectoriales, contando en concreto con el 60% de los votos frente a un férreo bloque del sur que tachó de "deslealtad" la presentación de la candidatura. Aunque no era necesario (era el único candidato) la asamblea solicitó votación para escenificar el desacuerdo .

El martes 17 de enero durante una comida los presidentes provinciales de Pontevedra, A Coruña y Lugo (Ourense se adhirió al día siguiente, tras la reunión de su directiva) se alcanzó un pacto para evitar la ruptura interna de la institución y trabajar por el consenso. En virtud de este acuerdo ninguna patronal podría presentar un candidato (el plazo se cerraba el viernes 20) sin el apoyo de todas las demás. El líder coruñés, Antonio Fontenla, obvió el acuerdo y Arias entregó su candidatura a diez minutos de que expirara el plazo para hacerlo.

Tras la proclamación, Arias se dirigió a los presentes para lanzar un mensaje de consenso. “Hay que centrarse en superar dos problemas que afectan a la CEG en este momento: una situación económica que hay que revertir lo antes posible y una crisis institucional que venimos arrastrando desde hace ya demasiado tiempo. Nos hemos olvidado de nuestro objetivo y nos hemos centrado en luchas para las que no ha sido creada esta casa", dijo.

La CEG lleva años dividida por una lucha de poder entre provinciales y sectoriales y una crisis económica que a punto estuvo de llevarla a solicitar concurso el pasado verano. José Manuel Fernández Alvariño obtuvo 53 votos en contra en 2013 pese a ser el único candidato y se vio forzado a abandonar la presidencia en octubre de 2015. En enero de 2016 el ourensano Antonio Dieter Moure ganaba por diez votos a José Manuel Pérez Canal; su legislatura se acortó a nueve meses tras haber perdido el apoyo de Fontenla.Nombramientos

El apoyo de A Coruña y Lugo permitirá a Antón Arias designar a un secretario general, cargo que el lucense Jaime López (lo asumió de forma transitoria) anunció que abandona este viernes. También podrá previsiblemente designar tesorero y contador, algo que no pudo hacer su predecesor, Antonio Dieter Moure. El ourensano ganó a su vecino José Manuel Pérez Canal por diez votos y contaba con el respaldo de A Coruña, la mayoría de las sectoriales y la mitad de Pontevedra y Ourense. Duró nueve meses en el cargo, que tuvo que dejar tras perder el respaldo de Fontenla. El vigués Alvariño, que arrancó su legislatura con la única oposición firme de los coruñeses, duró dos años y medio. Los críticos con Arias aseguran que será una CEG "ingobernable" por este motivo: "tiene a dos provincias en contra y a muchas sectoriales".