- ¿No va a extrañar la industria?
- Lo digo a mis compañeros y me lo aplico a mí mismo: tenemos que estar enraizados, y mis raíces son las que son por mucho que vaya cambiando de responsabilidades. Por desgracia ya no tenemos aquellos centros de trabajo con miles de trabajadores, que te permitía sacarlos y llenar la calle. Hoy solo hay ocho plantas con más de 500 trabajadores, el 90% están empleados en empresas de menos de 25 personas, pymes y micropymes. Pero nos está costando adaptarnos a este cambio y ser eficaces para solucionar problemas del día a día de la pequeña empresa.
- ¿Cuenta con que la Xunta o el Gobierno central actúen respecto a la agresiva competencia de Portugal por inversiones industriales?
- ¿Solo percibíamos nosotros esa realidad?
- Presumo que no, pero no se ha hecho nada.
- Portugal no está más lejos o cerca de lo que lo estuvo toda la vida.
- ¿Entonces qué ha cambiado?
- A lo mejor sí han decidido hacer una apuesta por su industria, igual sí se creen lo del objetivo 20/20, sí quieren reactivar su economía elevando el peso del sector industrial. Y quizás, aparte de decirlo y creerlo, están haciendo cosas para conseguirlo. Aquí decimos muchas cosas pero después las decisiones no se corresponden con las palabras y no hacemos nada.
