Nueva Pescanova ha remitido ya a todos sus consejeros la convocatoria de la reunión del próximo martes día 20, en la que se estudiará previsiblemente el plan estratégico Todos a una 2016-2020, que aspira a relanzar de forma definitiva el negocio del grupo después de la crisis que casi le cuesta la liquidación. El encuentro, convocado con cinco días de antelación (como ordena la ley), se producirá una semana después de que la banca acreedora haya aprobado, con el apoyo del fondo SVP y HSBC, la ampliación de capital que oxigenará las cuentas de la pesquera.

A la reunión asistirán dos representantes de la llamada vieja Pescanova que, si prospera la capitalización tal y como la han diseñado las entidades, pasará a contar solo con uno. Y es que el canje de cerca de 350 millones de deuda por acciones reducirá la participación de la antigua matriz al 5% del holding, como defienden fuentes financieras. En esta sociedad cotizada se agrupan las participaciones de socios históricos como Manuel Fernández de Sousa, Alfonso Paz-Andrade, Corporación Damm o Luxempart, además de unos 9.000 minoritarios. También hay inversores que aprovecharon los bajos precios de la acción para entrar en el capital como la asturiana Carolina Masaveu o el fondo norteamericano Broadbill Investment Partners.

Una vez que el consejo de Nueva Pescanova valide el plan estratégico y la ampliación (ambos van aparejados), será la junta de accionistas la que deberá refrendar las operaciones. En última instancia el juez de lo Mercantil acordará la homologación del canje de deuda, que cuenta con el plácet del 76% de los acreedores, como avanzó FARO. La vieja Pescanova, por su parte, mantiene la intención de recurrir a los tribunales la ampliación al considerar que vulnera la ley concursal y que no es necesaria para la viabilidad del grupo.