Un consorcio de empresas liderado por el grupo Carso, propiedad de Carlos Slim, y en el que participan FCC, constructora también controlada por el empresario, y Acciona ha resultado virtual adjudicatario del contrato de construcción del edificio terminal del nuevo aeropuerto internacional Ciudad de México por unos 4.200 millones de dólares (3.925 millones de euros). Se trata del principal contrato del proyecto del nuevo primer aeródromo del país y una de las mayores obras de infraestructuras actualmente en marcha en Latinoamérica.