Portugal se ha puesto manos a la obra para acoger la gigafactoría de coches eléctricos y baterías que la estadounidense Tesla Motors quiere construir en Europa, cuya ubicación definitiva se elegirá el próximo año, como avanzó este periódico. Hasta la fecha, según precisaron fuentes del sector, al menos cuatro municipios lusos con vinculación a la industria del motor, Viana do Castelo, Mangualde, Palmela y Torres Vedras ya han ofrecido terrenos y facilidades al fabricante premium de automóviles eléctricos (y otros componentes eléctricos) para recibir esta multimillonaria inversión. También se han puesto en marcha varias plataformas online para promocionar Portugal como emplazamiento -aprovechando que el fundador de Tesla, Elon Musk, es muy activo en redes sociales- y el Gobierno luso, a través del Ministério da Economia, y la AICEP (Agência para o Investimento e o Comércio Externo de Portugal), han iniciado los contactos con la compañía.

La batalla por la gigafactoría europea de Tesla implica a más países como España, Francia, Países Bajos y algunos estados de Europa del Este, como ya recogió FARO. Pero Portugal es uno de los más activos en este sentido. Los lobbies empresariales e institucionales lusos han puesto toda la carne en el asador y no dudan en utilizar la proximidad del polo automovilístico vigués y de infraestructuras clave como el Puerto vigués o el aeropuerto de Peinador como reclamo. Es lo que han hecho, por ejemplo, desde la Câmara de Viana do Castelo, a unos 90 kilómetros de Vigo, que asegura que cuenta con "las mejores condiciones de Portugal” para acoger el proyecto. La entidad argumenta que la capital del Alto Minho tiene un "entorno empresarial favorable" y buenos accesos con los puertos marítimos de "Viana do Castelo, Leixões y Vigo" y a los aeropuertos de "Oporto y Vigo".

José Maria Costa, presidente de la Câmara de Viana do Castelo, ahonda en la "proximidad con Galicia" como factor de atracción. "Galicia está a menos de una hora de viaje y forma parte de una eurorregión con más de tres millones de habitantes", esgrime el responsables portugués. "La existencia de muchos fabricantes de componentes de automoción en Viana o cerca y de un régimen muy favorable de incentivos a la fijación de empresas" son otras de las ventajas apuntadas desde la Câmara lusa.

Al igual que Viana do Castelo, Mangualde, donde está ubicada la planta portuguesa de la multinacional automovilística francesa Grupo PSA; Palmela (Setúbal), con la presencia de Volkswagen Autoeuropa, y Torres Vedras, al norte de Lisboa, también se han posicionado para atraer la atención de Elon Musk. "Nosotros queremos que Tesla venga para Portugal. Estamos muy atentos, pero en este momento el secreto es el alma del negocio", explicó el regidor de Mangualde (PS), João Azevedo, en declaraciones recientes a Jornal de Negocios. "El interior del país es una gran opción. Tenemos la certeza absoluta de que la exposición solar de nuestro país es un factor decisivo", señaló.

"Desde luego nuestro posicionamiento es estratégico en la península de Setúbal, a dos pasos de Lisboa, con conexiones a los grandes ejes de la industria, al puerto de Setúbal, así como a las conexiones ferroviarias al norte y sur de Portugal", razona por su parte Álvaro Amaro (CDU), regidor de Palmela, localidad que alberga la mayor fábrica de coches del país, Autoeuropa (Volkswagen AG). En la misma línea, el alcalde de Torres Vedras, Carlos Bernardes (PS), manifestó su disponibilidad a acoger este proyecto y pidió la colaboración de Lisboa y la AICEP.

Mientras, en las redes, iniciativas surgidas en Facebook como "Bring Tesla Gigafactory to Portugal!" siguen promocionando las virtudes de Portugal como posible receptor de esta inversión. Por ahora, la decisión no está tomada. La nueva instalación fabricará tanto modelos eléctricos de Tesla como baterías de ion-litio. La firma norteamericana cuenta en la actualidad con un pequeño centro de ensamblaje en Tilburg (Países Bajos) en el que se montan las unidades del Tesla Model S que comercializa en el Viejo Continente con los componentes y piezas que envía desde Estados Unidos (EE UU), fabricadas en la planta principal de la marca, la de Freemont (California), donde está la sede de Tesla.

La nueva megaplanta europea ayudará a la compañía pilotada por Musk a cumplir con sus objetivos de alcanzar los 500.000 coches producidos al año (en la actualidad su producción ronda las 80.000 unidades al año) y llegar a un mercado cada vez mayor. Con este mismo propósito, Tesla cerró la compra este mes de noviembre de la firma alemana Grohmann Engineering, una ingeniería especializada en el diseño de maquinaria dedicada al montaje y ensamblaje automáticos, para mejorar sus capacidades de producción y poder abastecer la gran demanda que está generando el Tesla Model 3.