El mercado de cefalópodos es, junto a la merluza y el langostino, un puntal para la industria de transformación pesquera de Galicia. Solo en España se consumen calamares y pulpo congelados por más de 150 millones de euros al año, y el valor de las exportaciones para el sector en Vigo roza los 400 millones. Estos volúmenes sitúan a las empresas gallegas en el tercer escalón del podio mundial en la elaboración de calamar, solo por detrás de China y Marruecos. Pero el dominio del gigante asiático es demoledor y sus empresas transforman ya casi siete de cada diez toneladas de calamar que se capturan en todo el mundo en un año, y no hay de momento ningún proyecto en marcha para criar esta especie de manera artificial. Por eso la industria china puede controlar el precio de la materia prima y someter a la gallega a grandes fluctuaciones y riesgo de desabastecimiento.
Solo la megafactoría que el conglomerado Chishan Group empezará a construir en febrero en Shandong, con capacidad de almacenamiento de 200.000 toneladas, como publicó ayer FARO, albergará más del 6% de las capturas anuales de todas las flotas del mundo bajo un mismo techo. La FAO eleva hasta 3,2 millones de toneladas la producción anual de calamar (denominado squid en inglés y que aglutina tanto al de Malvinas, Taiwan, Vietnam, California o el illex de Argentina), de las que 2,15 millones se transforman en China. Para que las empresas gallegas cumplan con el incremento de la demanda (no han incrementado su capacidad de momento con más barcos o empresas) la dependencia de terceros es cada vez mayor. Las importaciones superaron el año pasado las 180.000 toneladas, a 2,86 euros de media cada una y 518 millones en total.
Y en el precio está la clave. Según los datos cruzados de la Secretaría de Estado de Comercio y Aduanas en 2010 el precio medio por tonelada de cefalópodos (incluye pulpo, potón y sepia) fue de 2,2 euros, y se elevó hasta los 2,8 un año más tarde. Entonces la subida fue del 27% en un año, y se debió principalmente a los efectos del fenómeno meteorológico de La Niña. El precio medio en lo que va de año supera los 3,5 euros la tonelada, un 60% más caro que a comienzos de la década, de ahí que hasta agosto la industria haya gastado tanto en materia prima como en todo el año 2011.
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El protagonismo creciente del potón de Perú (dosidicus gigas o calamar gigante) convirtió a este país en el principal proveedor de materia prima para Galicia el año pasado, con 40.697 toneladas importadas y 51,6 millones de coste (1,25 euros la tonelada de media). A continuación se situaron las Malvinas (donde faenan Pescapuerta, Pereira o Chymar), a 2,7 euros la tonelada. Argentina, Marruecos y Portugal completaron el ranking.
