Durante los primeros años de la crisis todos los analistas coincidían en que las empresas que sobreviviesen saldrían reforzadas. Hoy, con la recuperación económica ya en marcha, Bricoking demuestra como hace semanas hizo Caramelo que la remontada no es tan sencilla. La compañía que administra Juan José Jaén acaba de solicitar el preconcurso de acreedores, o lo que es lo mismo; el plazo de un total de cuatro meses que la ley concursal prevé para que las empresas con problemas de solvencia lleguen a un acuerdo con sus acreedores para refinanciar su deuda.

El empresario confía en lograr ese acuerdo en los próximos cuatro meses y se da un año para remontar esta situación, pero la crisis de Bricoking viene de antiguo. La cadena de bricolaje coruñesa firmó en 2009 una alianza a cinco años con el grupo belga Hubo, que se hizo con un 50% del capital de la compañía gallega, pero antes de cumplirse el plazo, la sociedad se rompió y Jaen se hizo con el 100% del capital.

Pese a todo el empresario hacía hace tres años un positivo balance de la aventura, que le había permitido reducir a la mitad la deuda con los bancos, mejorar su sistema informático y la definición de un modelo de franquicia que sin embargo no se desarrolló con el éxito esperado. Bricoking tenía entonces unos vencimientos de deuda a largo plazo de 18,6 millones.