El peso de la economía sumergida en Portugal se incrementó en 2015 por tercer año consecutivo y se situó cerca de 49.000 millones de euros, lo que equivale al 27,3% del producto interior bruto (PIB) portugués. Así se desprende de un estudio publicado ayer por el Observatorio de Economía y Gestión del Fraude de la Universidad de Oporto, cuyas estimaciones apuntan a una ligera subida respecto al ejercicio anterior, cuando la economía "en negro" suponía el 27,2% del PIB.

Pese a este leve incremento, los autores del informe alertan sobre la continua evolución al alza de este índice desde hace décadas y recuerdan que se sitúa muy por encima de la media de los países de la OCDE, donde la economía sumergida representa en torno al 16,4% de su PIB.

El documento atribuye el crecimiento detectado en Portugal al peso de los impuestos directos e indirectos y de las contribuciones a la seguridad social, y destaca que, "más que los valores concretos, lo crucial es retener su tendencia creciente".

El Observatorio recuerda además que, si esos 49.000 millones no hubiesen sido "en negro", en 2015 Portugal habría tenido excedente presupuestario en lugar de déficit.

Las cifras muestran que el porcentaje que representa la economía "informal" en Portugal creció de forma casi ininterrumpida desde 1970, primer año del que se tienen estadísticas y cuando los negocios "en negro" representaban el 10,2 % del PIB luso.

El valor más alto fue alcanzado en 2010, cuando la economía sumergida representaba el 27,6% del PIB.

En el concepto de "economía en negro" se incluyen todas aquellas actividades que mueven dinero y escapan al control del Estado: las de carácter ilícito (como el tráfico de drogas), las que se ocultan deliberadamente (como el blanqueo) y las llamadas "informales", relacionadas con actividades comerciales y laborales.

Los autores del informe instan al Gobierno a emprender medidas contra este tipo de economía, como fomentar el uso de medios de pago electrónicos, educar a la sociedad civil sobre los efectos perversos de la economía sumergida y combatir el fraude empresarial y el blanqueo de capitales.