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La industria de automoción

Gestamp cancela la reapertura de su planta viguesa y subcontrata la producción en Portugal

CIG y CC OO denuncian que la empresa incumple los compromisos del último acuerdo de competitividad - Los trabajadores deciden dejar de hacer horas "extra" y piden garantías

La antigua Gestamp Cataforesis. // José Lores

La antigua planta de cataforesis del grupo vasco Gestamp en San Andrés de Comesaña (Vigo) permanecerá inactiva. La multinacional de componentes de automoción ha dado marcha atrás en su decisión de recuperar la instalación para realizar procesos puntuales de montaje de las piezas de estampación más antiguas y ganar así espacio en la factoría de Porriño, como avanzó FARO (ver edición del 20 de septiembre). Según denunciaron ayer las secciones sindicales de CIG y CC OO, la empresa ha cambiado esta opción -que implicaba aumentar la mano de obra directa e indirecta- por la de subcontratar el trabajo a firmas en Asturias y Portugal. Las centrales critican esta decisión cuando existe un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) en vigor hasta el 31 de diciembre de 2017.

Los sindicatos consideran que con esta medida la empresa no está cumpliendo con lo acordado en el último plan de competitividad (firmado en noviembre del año pasado) ni en el anterior (en octubre de 2014). La subcontratación de estas piezas (que pertenecen a proyectos con una vida serie avanzada o para repuestos) implica a su vez la cesión de útiles industriales (células de ensamblaje) a los subcontratistas, entre los cuales hay una empresa asturiana especializada en componentes para motocicletas e industrias lusas, según fuentes sindicales.

Gestamp Vigo justificó la salida de esta producción de Porriño para ganar espacio para los nuevos proyectos industriales captados por la factoría de As Gándaras: un eje trasero para Nissan (proyecto H60), una cuna de motor para Ford (C2) y más adelante varias referencias para el proyecto K9 de la planta de Vigo del Grupo PSA. La plantilla, reunida en asamblea, acordó esta semana dejar de realizar horas extraordinarias hasta que la empresa ofreciese una serie de garantías como la derogación del ERTE y la recolocación del personal afectado por la deslocalización de esta producción en puestos iguales o similares a los que venía desempeñando hasta ahora.

Los trabajadores también exigen que Gestamp Vigo garantice los volúmenes de contratación de personal anunciados con los nuevos proyectos de Nissan y Ford (en torno a 75 puestos de trabajo, según el acuerdo de competitividad) y que refleje por escrito la adjudicación de dos nuevas células de ensamblaje del proyecto V20 para PSA (el SUV compacto de Peugeot adjudicado a la factoría de Balaídos).

La actividad de Gestamp Vigo se centra en la transformación de chapas de acero en grandes piezas y componentes metálicos para la industria del motor. La factoría llegó a emplear a cerca de medio millar de trabajadores (461 en 2007, según el Ardán) y hoy roza los 300 tras varios procesos de reestructuración para adaptarse a la caída de los pedidos de su principal cliente (PSA).

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