La planta de Vigo de la multinacional francesa Grupo PSA ha vuelto a corregir a la baja sus previsiones de producción hasta fin de año por la caída de la demanda en Europa, según confirmó ayer la dirección de Balaídos al comité de empresa. El ajuste, de unos 5.000 coches, afecta sobre todo a la línea de monovolúmenes, que parará otras cuatro jornadas entre noviembre y diciembre. La revisión de volúmenes afecta también a otras fábricas del consorcio en Europa, según ha podido saber FARO.
El Sistema 2 (monovolúmenes) ya tenía previstos como días de inactividad del 24 al 31 de octubre, dentro de la parada general del grupo para reducir los stocks de coches y componentes, así como el 4 y el 7 de noviembre. A mayores, según precisó ayer la dirección de Balaídos, tampoco trabajará el 18 de ese mes ni otras tres jornadas por determinar en diciembre. Esta línea reducirá a mayores su cadencia de producción en noviembre, que pasará de 39 coches/hora a 31, como adelantó este periodico, lo que generará un excedente de personal de unos 150 empleados.
El impacto en el Sistema 1 (furgonetas y sedanes) será menor y no hay días de parada a mayores de los de la última semana de octubre (del 26 al 31). Los ajustes en esta línea se realizarán en todo caso con la reducción de horario del turno de noche. Los paros de PSA-Vigo arrastrarán a los proveedores que trabajan en exclusiva para el centro, como las plantas de Faurecia o Plastic Omnium, entre otras.
Según fuentes sindicales, los ajustes por la ralentización de las ventas en el mercado europeo son generales para todas las plantas de la multinacional en el Viejo Continente. A la situación económica de los países comunitarios se suma la demanda a la baja de los vehículos diésel a raíz de los últimos escándalos sobre emisiones (PSA es uno de los principales fabricantes de coches diésel en Europa) y la incertidumbre y los efectos del "Brexit". Reino Unido e Irlanda representan en la actualidad el 12% de las ventas de Balaídos.
En la última negociación de medidas de flexibilidad con los sindicatos, la planta ya había advertido de que hasta que se consoliden los próximos lanzamientos adjudicados al centro podrían darse situaciones de baja actividad, por lo que se negoció una serie de mecanismos de flexibilidad entre los que se incluyen expedientes de regulación de empleo temporales y de extinción, con el objetivo de adecuar la plantilla a las necesidades de producción de cada momento.
La factoría viguesa elevó un 4,3% su producción entre enero y septiembre, con 336.200 vehículos (el 55%, furgonetas), casi 14.000 más que en el mismo periodo del año pasado, de los cuales el 90% se destinó a exportación. Pese a las últimas revisiones, la planta superará este año la producción de 2015, año en el que se fabricaron 407.000 unidades.
