El Banco Popular y los sindicatos se reúnen hoy de nuevo para seguir negociando las condiciones del proceso del despido colectivo que prevé poner en marcha la entidad, y que afectará a unos 2.900 trabajadores. En esta nueva reunión, el banco expondrá a los sindicatos todas las propuestas de su plan de ajuste, entre ellas, despidos de trabajadores con edad igual o superior a 59 años, que recibirían el 70 % del salario neto anual hasta los 63 años, a cobrar de forma mensual o con un pago al año.

Igualmente, el Banco Popular ha ofrecido un plan de excedencias voluntarias remuneradas de 28 días por año trabajado, con un máximo de 15 mensualidades. La entidad que preside Ángel Ron ya planteó que más de 1.800 de las 2.900 bajas estimadas, se lleven a cabo mediante prejubilaciones y otras vías de carácter voluntario, lo que supondría más del 60% del ajuste total.

El banco ha anunciado que reducirá sus direcciones territoriales, y cerrará 302 sucursales, de las que la mayor parte se ubican en Andalucía (59 sucursales); Cataluña (47); Madrid (45) y Galicia (42). En las últimas reuniones, el Popular también ha presentado a los sindicatos su Proyecto Gold, con el que prevé reducir la carga administrativa de los empleados de las sucursales para incrementar su tiempo de dedicación comercial. Se trata de una iniciativa con la que quiere centralizar tareas sobre cuatro áreas de mejora: simplificación y racionalización, digitalización, reingeniería y especialización. En medio de todo este proceso, Popular ha anunciado que quiere volver al pago del dividendo en efectivo en 2017, en tanto que para 2018, prevé un pay out (porcentaje del beneficio que dedica al pago de dividendo) en efectivo del 40%.