Antonio Dieter Moure, quien el pasado 7 de octubre dimitió como presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), asegura que la persona que está al frente de la patronal gallega "es un reo de los presidentes provinciales". En una entrevista en RNE recogida por Europa Press, reconoce no estar "arrepentido" tras dimitir de este cargo, sino "todo lo contrario". "Había ciertas tensiones o desencuentros que no contribuyen al buen entendimiento", lamentó Diéter Moure.

A continuación, aseguró tener la sensación de que los intereses de la CEG y los de los presidentes provinciales "van por diferentes derroteros". A este respecto, preguntado directamente por si son los presidentes provinciales quienes manejan los hilos, reconoció que sí. Dieter explicó que cuando comenzó su mandato al frente de la patronal gallega supuso que "todos" empujarían "por los intereses" de la CEG, cosa que no fue así porque hay, defendió, "otros intereses que priman". Se refiere a los intereses personales y provinciales, que ve "un lastre" para la patronal.

Cuestionado sobre el papel del presidente de la patronal coruñesa, Antonio Fontenla, precisó que éste "nunca" le manifestó "expresamente" que le retiraba su apoyo, aunque sí reconoció que pudo haber una "pérdida de confianza". No obstante, Moure afirmó que aquel "apoyo desinteresado" por parte de Fontenla que había en un principio, "ya no lo había".

Sobre el plan de viabilidad, hizo hincapié en que es "imposible" desarrollarlo y, para ejemplificar esto, empleó una metáfora. Así, señaló que si quisiera construir una casa le pediría a un arquitecto que le hiciera un proyecto y, a continuación, a una empresa constructora que le construyera la vivienda. En este sentido, explicó que aunque tienen ese proyecto -el plan de viabilidad-, para desarrollarlo necesitan un dinero del que no disponen. Es más, afirmó que ni siquiera tienen dinero para realizar una reducción de personal e indemnizar a los trabajadores.