El Tribunal Supremo ha confirmado la sanción que impuso en 2013 el Tribunal Económico Administrativo Regional de Galicia a la firma Alonso Escurís S.L. por el impuesto sobre sociedades correspondiente al ejercicio 2008.

La infracción se debía a que en dicho año la compañía declaró una cuantía de unos 1,16 millones de euros como cantidad pendiente de deducción en ejercicios futuros, cuando ya había sido aplicada en 2005.

El alto tribunal desestima el recurso de casación para la unificación de doctrina interpuesto por la empresa gallega al considerar que no existe la identidad requerida entre la sentencia recurrida y las de contraste.

En su recurso, Alonso Escurís S.L. alegaba que no existía culpa o mala fe en su conducta y que se debió a un error en la aplicación informática de la oficina que hizo la declaración.

La empresa, radicada en Boiro, centra su actividad en el sector inmobiliario y está vinculada a la conocida firma conservera Luis Escurís Batalla, radicada en la también localidad coruñesa A Pobra Do Caramiñal.