El Ayuntamiento de Madrid aplicará el próximo año una nueva tasa sobre los más de dos mil cajeros automáticos que los bancos tienen situados en las vías públicas de la capital. El gobierno de Manuela Carmena prevé recaudar 745.000 euros anuales con este impuesto, que ya se aplica en otras ciudades españolas. En Madrid, la banca pagará cuotas de entre 26 y 742 euros, en función de la "categoría fiscal" de las calles en las que se ubiquen los dispositivos, según expuso ayer el concejal delegado de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato. La tasa se aplicará a los cajeros automáticos de bancos y cajas de ahorros que están colocados en línea de fachada y a los que sólo se tiene acceso directo desde la vía pública. Ciudades como Barcelona, Bilbao, Valencia y Sevilla ya recaudan tasas semejantes.