Casi uno de cada cuatro nuevos contratos laborales suscritos en septiembre tuvo una duración de siete días o menos, con lo que el peso de este tipo de contratos se ha duplicado respecto al que suponía antes de la crisis.

Según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), durante el mes de septiembre se firmaron más de 1,9 millones de nuevos contratos, de los que solo 119.800 tenía duración indefinida.En función de la edad, estos contratos de muy poca duración se concentran en trabajadores muy jóvenes, de entre 20 y 29 años (157.000 contratos), seguidos por los de 30 y 39 años (126.000).