El sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) factura en Galicia unos 2.400 millones de euros al año y da trabajo a 15.000 personas. El nuevo presidente de la patronal INEO -que las representa en la comunidad-, Giovanni Giardina, señala la internacionalización como el gran reto de esta industria.

- ¿El mundo empresarial ha interiorizado ya la importancia del sector TIC?

- Sin duda. Hoy en día ningún sector duda que las tecnologías le ayudan a mejorar su productividad y cuenta de resultados. Pero hay que hacer promoción, mejorar los procesos productivos, vender? digitalizarse, a fin de cuentas. Si no lo haces estás expuesto a la desaparición como empresa.

- ¿Las empresas apuestan por las tecnologías como algo prioritario o solo invierten lo que les sobra?

- No, para nada. Hoy en día cualquier pyme tiene su propio sistema de gestión básico, bien sea un ERP o CRM. Otra cosa es que después, lo que les sobre de su presupuesto anual, lo inviertan en algo a mayores en cuanto a tecnología. Pero la básica es imprescindible y la tienen más que asumida.

- ¿Cuál es la salud del sector en Galicia?

- Después de todas las crisis que hemos tenido, de lo que ha llovido, es uno de los sectores que no se puede quejar. Se ha aguantado con esfuerzo, por supuesto, pero con poco daño en las empresas. Es más, el empleo que crea el sector TIC hoy en día es de los pocos que no es estacional, es estable. Las ofertas por necesidades de perfiles profesionales como el nuestro crecen al 11% trimestral. Por tanto, la salud es muy buena, sobre todo en comparación con otros sectores.

- Los profesionales que concluyen su formación, ya sea en ciclos o universidades, ¿llegan con una capacitación apta para las empresas?

- Laa formación que se da a los profesionales del sector TIC en las universidades y centros de formación es buena, y debemos decirlo. Ahora, también es verdad que necesitan la parte práctica. Cuanta más práctica y toquen la realidad de la empresa, mejor. Estamos muy contentos de cómo salen nuestros profesionales, y hoy en día hay muchos convenios con las universidades y centros de formación para que realicen prácticas nuestros futuros ingenieros de telecomunicaciones o informática. Todo es mejorable, pero estamos satisfechos.

- ¿Y la relación con las administraciones públicas?

- Le digo lo mismo: estamos satisfechos pero hay que mejorarla. Lo que no podemos hacer es conformarnos, pero hay organismos públicos que apuestan por la tecnología, por generar líneas de negocio y proyectos para potenciar el sector.

- ¿Es un sector proclive a la internacionalización por el perfil de las empresas gallegas?

- No solo es proclive, sino que es un reto del que no debemos despistarnos. Todo lo contrario, hay que apostar por él. Por lo que me toca en mi empresa salimos fuera y nos encontramos con empresas gallegas. Tenemos muy buenos productos y profesionales.

- ¿Tiene algo que envidiar el sector gallego al del conjunto de España?

- Los datos oficiales dicen que somos la quinta comunidad por número de empresas. Pero, si se da cuenta, por nuestra posición geográfica nos cuesta muchísimo más que a una empresa del centro de España o Cataluña hacer cualquier presentación. Y me refiero a gasto de recursos humanos por desplazamientos, claro. Pero hacemos esas presentaciones y las ganamos, así que nada que envidiar. Tenemos que fijarnos en nosotros mismos, lo hacemos bien, aunque siempre debemos mejorar, lo peor que existe es la autocomplacencia. Más que envidiar lo que tenemos es que fortalecer las sinergias entre nuestras empresas.

- Da la impresión que el sector TIC, pese a su importancia, está mediáticamente relegado, o quizás muy atomizado.

- No creo que sea un problema de los medios, pero igual sí que pecamos de modestia. Tenemos que creernos más lo buenos que somos. Somos importantes en el PIB, en el número de empresas, en el empleo que generamos?

- ¿Qué objetivos se marca a corto y largo plazo como presidente de INEO y como empresario?

- Como empresario, pelear por hacer crecer mi empresa. Mi objetivo principal es impulsar la internacionalización, tenemos productos y debemos llevarlos fuera. A las empresas más pequeñas quizás les cueste más, pero podrá hacerse a través de compañías tractoras. Y otro es formar más a nuestros trabajadores, las tecnologías cambian tan rápidamente que hay que tener una formación continua, lo que nos va a permitir mejorar nuestra competitividad. Y, por último, desarrollar nuevos productos y servicios, que es la I+D+i.