La apuesta del Grupo PSA por el mercado iraní incluye la disposición por todo el país de una red de concesionarios exclusiva. Se trata de una de las patas de la joint-venture establecida con el fabricante local de coches SAIPA y que, para el presidente de la compañía gala, Carlos Tavares, "responderá a las expectativas de los clientes" del país. El grupo informó ayer que estos puntos de venta se centrarán solo en los modelos Citroën, y se abrirán "no menos" de 150 en los próximos cinco años. El expatrón de PSA-Vigo, Yann Martin, Martin se encargará precisamente de pilotar el retorno de la marca Citroën al país, lo que incluye la puesta en marcha de una factoría con SAIPA y una inversión conjunta de unos 300 millones de euros.

Tavares ha definido la apertura de los concesionarios como un "despliegue ambicioso" que permitirá a la firma del doble chevron regresar a un país en crecimiento -el Banco Mundial prevé un incremento del Producto Interior Bruto (PIB) del 5,8% para este año, frente al 1,9% de 2015, por el efecto del fin de las sanciones- y con 77 millones de habitantes. Solo la India, con una previsión del 7,8%, crecerá por encima de la economía iraní este ejercicio, que se equiparará a la de Bangladesh o la imponente China. Para 2017 la estimación del Banco Mundial es que el PIB de Irán crezca un 6,7%.

El Grupo PSA explicó recientemente que el mercado iraní, que había alcanzado un pico de 1,6 millones de vehículos nuevos en 2011, debería retornar a ese nivel en dos años y llegar a los dos millones de coches en el horizonte de 2022. En la actualidad circulan por ese país más de 4 millones de vehículos. El consorcio francés se había retirado totalmente en 2012 de Irán (que había sido su segundo mercado en importancia tras Francia) en razón de las medidas de embargo contra el régimen por sus proyectos para dotarse del arma atómica.

Como publicó FARO Yann Martin tendrá poderes ejecutivos no solo a nivel industrial, sino también comercial, por lo que estará al frente de la marca Citroën. El acuerdo entre PSA y SAIPA, al 50%, incluye una inversión de 300 millones de euros en una planta (la segunda en el país tras la primera alianza con IKCO para la marca Peugeot) en la ciudad de Kashan. La nueva empresa cubrirá la totalidad de la cadena de valor del vehículo, desde la fase de diseño hasta el marketing del producto. La multinacional prevé que la alianza, que contempla la transferencia tecnológica y que los vehículos cuenten con un alto contenido local, sea efectiva a finales de este año para que el primer lanzamiento pueda realizarse en 2018.