Banco Popular ha concretado que cerrará 302 oficinas y creará cuatro direcciones regionales (Cataluña-Levante, Andalucía, Centro y Norte) que gestionarán el negocio inmobiliario separado por la entidad, así como de otros activos no productivos. Dentro del proceso de reordenación del banco, el Popular fusionará 14 direcciones regionales, hasta reducir la cifra total a 25. Asimismo, las direcciones territoriales de la entidad se reducirán a Andalucía, Cataluña y Baleares, Centro, Levante, Norte y Pastor, además de Portugal. Preserva así la histórica marca bancaria de más de 200 años. Con un stock de inmuebles abultado, la prioridad para la entidad es deshacerse de este tipo de activos.

La entidad presidida por Ángel Ron ha decidido remodelar la estructura de su red comercial con el objetivo de mejorar la rentabilidad y eficiencia de la misma. En este sentido, ha explicado que las 302 sucursales se integrarán en otras ya existentes "por motivos de proximidad o por rentabilidad". El Popular ha afirmado que este cambio en su estructura comercial al plan de negocio 2016-2018 supondrá mejorar en agilidad y simplificar los procesos administrativos que actualmente se producen en las sucursales, permitiendo adicionalmente mejorar el tiempo de atención comercial.

El banco ha precisado que estos cambios se irán materializando de forma "gradual" en el tiempo tratando de "acompasarlos" con la puesta en marcha del proceso de ajuste en la plantilla, que en estos momentos se está negociando con los sindicatos. "Con esta reestructuración, Popular se enfrenta a una nueva etapa en la que, manteniendo su modelo de negocio y su independencia, apuesta por una gestión en la que prima la rentabilidad y la especialización", ha defendido la entidad.