Los problemas en los dos gigantes de la banca alemana, Commerzbank y el Deutsche Bank, provocaron ayer una jornada de muchos nervios y volatilidad en los mercados bursátiles, aunque al final recuperaron terreno (el Ibex 35 español retrocedió, aunque sólo el 0,19%) al conocerse informaciones que aliviaron la presión sobre las entidades germanas.

La cotización de Deustche Bank, también primer banco europeo, llegó a desplomarse el 8% al trascender que algunos fondos de inversión estaban deshaciendo posiciones en productos derivados de la entidad. Tal noticia avivó al alarma que se había desatado ya días antes con la posibilidad de que las autoridades de EE UU multaran al banco alemán con 14.000 millones de dólares (equivalentes al 85% de su capitalización bursátil) por su papel en las hipotecas de alto riesgo (subprime) que precipitaron la crisis financiera en 2007.

El riesgo de esa sanción ha desencadenado incluso rumores acerca de la necesidad de un rescate, algo que han tratado de desmentir tanto el Gobierno de Angela Merkel como al dirección de Deutsche Bank.