La vieja Pescanova se enfrenta a una nueva prueba de fuego. La sociedad (Pescanova S.A.), propiedad del 20% del capital de la multinacional pesquera viguesa, celebra mañana en segunda convocatoria en el Multiusos da Xunqueira, en Redondela, su asamblea general ordinaria y extraordinaria, una cita clave en la que los accionistas deberán elegir entre dos posturas enfrentadas: la del actual consejo, que pretende exprimir sus opciones al máximo para mantener su paquete accionarial en Nueva Pescanova (oponiéndose, por ejemplo, a una eventual ampliación de capital en la pesquera); y la que encabeza el fondo de inversión norteamericano Broadbill Investments Partners, que quiere renovar el consejo y elaborar un plan de viabilidad para evitar que Pescanova S.A. deje de ser solo una sociedad de cartera.
Ante la trascendencia de la cita, los portavoces de Broadbill en España se encuentran desde hace unos días en Vigo para tantear a los accionistas de la vieja Pescanova y explicarles su proyecto, tanto a los minoritarios como a antiguos pata negra de la multinacional pesquera viguesa. Según el fondo, sin un plan de viabilidad, Pescanova S.A. "no tiene potencial". Broadbill defiende que tienen que ser los accionistas -no el consejo, por el que no se siente representado- quienes decidan si la sociedad debe ser una mera tenedora de acciones o de lo contrario convertirse en algo más, aprovechando la experiencia y la marca Pescanova. Y asegura que cuenta con el apoyo de otros accionistas de referencia como Cartesian Capital Group y algún proxy.
Los contactos entre los responsables del fondo y el resto de accionistas de la sociedad continuarán hasta la celebración de la asamblea, prevista a las 12.00 hora de mañana. Broadbill, que está dispuesto a ampliar si se da el caso su participación en la S.A. y también en Nueva Pescanova (donde posee un 1% del capital, es el undécimo accionista) considera que hay que renovar y ampliar el actual consejo de administración de la firma (propone tres nombres nuevos: Luis Martín, Wilson Hudkins y Luis Chicharro) y redactar un plan de viabilidad que dé opción a que Pescanova S.A. se convierta en un actor destacado en la industria pesquera.
Broadbill considera que Pescanova S.A. podría adquirir participaciones en otras empresas del sector pesquero y desarrollar un plan de negocio propio. Fuentes del fondo insisten en que lo que no tiene sentido es el enfrentamiento que mantiene el actual consejo de Pescanova S.A. con los bancos propietarios de Nueva Pescanova.
Por su parte, la vieja Pescanova plantea la ampliación de cuatro a siete miembros, así como la incorporación de Carlos Federico Sanz Navarro, César Real Rodríguez y Leopoldo Fernández Zugazabeitia.
Estas diferencias entre los accionistas de la vieja Pescanova se producen a la espera de que la banca aborde una eventual ampliación de capital en Nueva Pescanova (que se calcula de unos 600 millones de euros) y que podría diluir la participación de la sociedad de cartera en la multinacional. Ante esta situación, Pescanova S.A ya ha advertido de que votará en contra de un reforzamiento de los fondos propios de Nueva Pescanova mediante una ampliación de capital por capitalización de créditos e impugnará los acuerdos de la junta que aprobará dicha operación, al tiempo que iniciará cualquier otra acción legal que considere necesaria para evitar su materialización.
Por el contrario, la sociedad repaldará una prórroga de los créditos participativos existentes con el fin de reforzar los fondos propios de la pesquera o la transformación de créditos existentes no participativos en participativos.
