La empresa porriñesa Compañía de Algas Marinas (Ceamsa) celebró ayer su medio siglo de vida con el firme reto de superar los 100 millones de facturación en 2020, lo que supondría un avance del 30% respecto a lo que logró a cierre del año pasado. La firma, la primera que se instaló a finales de los años 60 en As Gándaras, ha invertido más de 10 millones para ampliar todas sus líneas productivas con la intención de multiplicar la producción de sus principales productos: carragenina, pectina y fibra de cítricos, substancias que son utilizadas por la industria alimentaria en todo el mundo. "Nuestra capacidad de producción está saturada y por eso estamos realizando esta fuerte inversión", explica Íñigo Alzueta, presidente de la compañía.

En el acto, marcado por el recuerdo al accidente de tren que sucedió pocas horas antes, estuvieron presentes familiares, allegados y empleados de la factoría, el presidente de la Cámara de Comercio de Tui, Gumersindo Alonso, hizo entrega de la medalla al mérito empresarial al fundador de Ceamsa, Ignacio Alzueta. El padre del actual presidente llegó a Galicia para crear esta empresa en 1966 procedente del País Vasco. "Un día le dijeron que las algas eran el oro del mar. Investigó el tema, le gustó y se fue hace a Noruega para estudiar sobre el procesado de algas. Vio el filón y decidió montar una planta pequeña en el País Vasco y después esta en O Porriño", comenta su hijo.

Desde entonces, los números hablan por sí solos: Ceamsa es el principal productor mundial de carragenina (E407), un gelificante natural que sale de las algas rojas y que se usa principalmente en la industria alimentaria, aunque también en la farmacéutica y la cosmética. Con esto como principal motor la empresa tiene 210 trabajadores en O Porriño y otros 100 en Filipinas, donde tiene un planta desde el 2008 para producir materia prima. Con todo ello tiene una red de distribuidores locales presente en 57 países, además de oficinas comerciales en Japón, China y Argentina.

Sin embargo, el gran crecimiento de la empresa tuvo lugar en este siglo. En el año 2000 decidieron desarrollar un departamento de servicio técnico y de I+D+i, al que destinan el 3% de facturación y que, según su presidente, fue lo que los diferenció de los demás. "Pasamos de los 6 millones de euros, antes del 2.000, a los más de 70 que facturamos hoy en día. Todo ello gracias al equipo humano que tenemos, que es lo más importante", completa Íñigo Alzueta.

Aumento de producción

Pese a que la intención es la de ir "poco a poco", Ceamsa está ahora inmersa en proceso de aumento de producción que pasa por un "esfuerzo de inversión muy fuerte". "Estamos ampliando nuestras tres líneas de producción a la vez, para lo que hemos invertido 10 millones de euros", explica el responsable de la empresa. El objetivo es continuar ampliando la producción de carragenatos -ya lo hicieron un 30% este mismo año- y la de sus otros productos estrella: la pectina (que es la parte soluble de los cítricos), cuya producción comenzó en 2008 y esperan doblar, y la fibra cítrica (parte insoluble de la cáscara de cítricos), una novedad única en el mundo que pretenden multiplicar por cinco. "Tenemos una demanda muy, muy fuerte de fibra que va a ocupar buena parte de la producción", comenta Alzueta.

Para lograr estos aumentos en la producción Ceamsa está ampliando la planta actual y también construyendo dos torres evaporadoradoras (de unos 20 metros de altura) en la parcela contigua, adquirida a Cementos Cosmos, una zona a la que moverán equipos que tienen en el interior. Con ello esperan completar un plan director que se extiende a los próximos diez años y que contempla que la producción de la carragenina (que ahora supone el 90% del negocio), la pectina y fibra cítrica se encuentren al mismo nivel.

Con una clara vocación exportadora desde el comienzo de su actividad (solo el 14% de la producción está destinada a España), la empresa centrará los próximos años en expandir su trabajo en O Porriño, aunque no descarta nuevas instalaciones en Argentina o Perú para acercarse a la materia prima, los cítricos, como ya hizo en su momento con las algas en Filipinas.