Las federaciones gallegas de transportistas Fetram y Fegatrams se han posicionado en contra de las estaciones de servicios sin personal, que defienden tanto la Xunta como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Ambas instituciones aseguran que facilitan la competencia y ayudan a reducir los precios, extremo que rechazan de plano los empleados del transporte. En su opinión, el hecho de que Galicia tenga el combustible más caro de la Península se debe a la influencia de las grandes petroleras y al céntimo sanitario impuesto por el Ejecutivo gallego.

Para ambas federaciones las gasolineras sin empleados son un riesgo para la seguridad y generan problemas a las personas con discapacidad, razón por la que defienden el veto que nueve comunidades han lanzado contra este tipo de establecimientos.