El gobernador del Banco de Inglaterra (BoE), el canadiense Mark Carney, reconoció ayer que probablemente rebajará los tipos de interés este verano como consecuencia directa del voto favorable a la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) en el referéndum del pasado jueves. "Las perspectivas económicas se han deteriorado, por lo que probablemente se requerirá una flexibilización de la política monetaria durante el verano", aseguró Carney, quien añadió que no está prejuzgando el punto de vista de los demás miembros del Comité de Política Monetaria (MPC, según sus siglas en inglés).

Así, durante su próxima reunión de política monetaria, que se celebrará el 14 de julio, el BoE ofrecerá una evaluación inicial de la situación tras el Brexit, mientras que será en la reunión de agosto cuando el comité discutirá "la gama de instrumentos" a su disposición y actualizará el cuadro de previsiones macroeconómicas.

Carney también advirtió que el mayor grado de incertidumbre, junto a unas condiciones financieras más duras, pueden postergar el consumo de los hogares y retrasar la inversión empresarial, "reduciendo la demanda de trabajo e incrementando el desempleo".