El grupo naval Armón quiere entrar de lleno en el pujante segmento de los grandes ferris y los minicruceros, hasta ahora coto privado de los mayores astilleros privados del país, Hijos de J. Barreras y La Naval de Sestao (Construcciones Navales del Norte), para lo que invertirá cerca de 4 millones de euros en la ampliación de sus instalaciones de Gijón (la antigua Factorías Juliana). En concreto, Armón Gijón dragará la zona de botadura y maniobra y ampliará la grada para poder afrontar la construcción de esloras de más de 180 metros, como la del ferri que está negociando con un armador español -fuentes del sector naval apuntan que se trataría de la naviera canaria Armas-, de 182 metros de eslora, con opción a otros dos buques gemelos.
La caída del precio de los hidrocarburos, que paralizó la renovación de las flotas vinculadas al negocio del oil & gas (supplies, floteles, sísmicos, etc.), alentó en cambio a los armadores de buques de pasaje, en especial de ferris y cruceros, a emprender nuevas construcciones tecnológicamente muy superiores a las actuales y más respetuosas con el medio ambiente, combinando en muchos casos propulsores diésel y eléctricos o de gas natural licuado (GNL). En este sentido, la primera factoría española en golpear primero ha sido La Naval, con la firma el pasado enero de un contrato de construcción del que será el primer ferri propulsado solo por GNL para el Mediterráneo, encargo de Balearia por 175 millones de euros, y con opción de una segunda unidad. El ferri tendrá 232 metros de eslora por 30,4 de manga, uno de los mayores del mundo.
Experiencia viguesa
Barreras ha sido otro de los astilleros históricamente especialista en grandes ferris en España, con importantes clientes como la propia Balearia, Armas o Trasmediterránea, entre otros. En los últimos años, la factoría viguesa se había impuesto en dos adjudicaciones internacionales -que a la postre fueron suspendidas por diferentes razones-, como la de un megaferri para Argelia de 180 metros de eslora y con capacidad para 2.000 pasajeros y 700 vehículos, y la de dos ferris de 115 metros de eslora para la naviera lusa Atlânticoline (en Azores). En la actualidad, el astillero participado por Pemex negocia un lujoso minicrucero de 170 metros de eslora, con 130 camarotes y 260 camas de capacidad para expediciones singulares con un público muy exclusivo, como avanzó FARO.
Obra imprescindible
El grupo Armón también quiere ser un actor destacado en la liga de los grandes ferris, para lo que ampliará la capacidad de su astillero gijonés (Armón también tiene otras factorías en Navia, Burela y Vigo, para buques de menor tamaño). Así, prevé invertir 3,63 millones de euros en ampliar la grada y dragar la zona de botadura y maniobra de los buques, proyecto que ya está en fase de tramitación ambiental. Estas obras son imprescindibles para la construcción de un ferri que está negociando con un armador nacional, de 182 metros de eslora, y que incluiría una opción de construir otros dos barcos gemelos. Fuentes del sector naval indican a FARO que los barcos serían para la naviera canaria Armas, histórico cliente de Barreras, que también se habría interesado por el contrato.
El Grupo Armón tiene experiencia solo en la construcción de pequeños buques de pasaje, de menos de 40 metros de eslora, pero no de grandes ferris como los que han construido hasta la fecha Barreras o Balearia. Con el objetivo de ganarse un puesto en este segmento, el grupo cuenta con la experiencia comercial del anterior presidente del astillero vigués Barreras, José Francisco González Viñas, que lleva unos años colaborando con la compañía que lidera Laudelino Alperi. Tras las obras de ampliación en Gijón, Armón tendrá capacidad para buques de más de 180 metros de eslora y hasta 30.000 toneladas, convirtiéndose en un rival directo.
