Armadores integrados en la Cooperativa de Vigo (Arvi) ultiman la contratación de un arrastrero para el caladero de NAFO y dos palangreros en astilleros de las rías de Vigo y Pontevedra, según anunció ayer el presidente de Arvi, Javier Touza. Estos buques, que incluirán los últimos avances en diseño y equipamiento tecnológico, se sumarán al palangrero (pincheiro) de Gran Sol entregado el pasado lunes por el astillero moañés Industrias Navales A Xunqueira, bautizado como el Manolo del Terín y propiedad de un armador de Aldán, y a los dos barcos para Malvinas en construcción en las instalaciones del grupo Nodosa en Marín: un palangrero de proa semi-invertida y un gran arrastrero para la captura del calamar, contratos adelantados por FARO en exclusiva. Touza enmarcó estos pedidos en el arranque de un proceso de renovación de la flota pesquera viguesa que -remarcó- continuará en los próximos meses.

"No estamos vendiendo humo, estamos hablando de buques en construcción y contratos firmados", aseguró Touza en la segunda jornada de la edición 2016 de la Feria Internacional de la Industria Naval de Vigo, Navalia. Sobre las nuevas contrataciones, el presidente de los armadores solo detalló que se trata de un arrastrero para el caladero de NAFO y dos palangreros con el nuevo sistema de proa semi-invertida, lo que facilita la navegación y permite un ahorro de combustible, pero no concretó qué empresas están detrás ni qué astilleros llevarán a cabo su construcción. Touza sí destacó que el pincheiro de Moaña es el primer barco que cumplirá la nueva normativa de descartes de la Unión Europea (UE).

Según fuentes del sector consultadas por este periódico, uno de los armadores que podría estar detrás del arrastrero de NAFO sería Pereira, con intención de sustituir el actual Puente Sabarís, construido en 1986 por el astillero asturiano Gondán. Entre los planes de la armadora viguesa estarían reforzarse con un nuevo arrastrero para NAFO y otro para Malvinas en una segunda fase. El grupo pesquero, sexto de España por volumen de ingresos, trabaja en el Proyecto Propesca (al que concurrió con Arvi, Iberconsa y Copemar para obtener fondos comunitarios) para desarrollar un sistema de clasificado de calamar patagónico a bordo centrado en su actividad en las islas de jurisficción británica. Con respecto a los dos nuevos palangreros, en el sector se da por hecho que serán encargo de armadoras de Marín adscritas a la cooperativa viguesa.

No obstante, directivos de los astilleros de las rías de Vigo y Pontevedra consultados por este periódico negaron ayer que haya nuevos contratos en vigor, aunque sí numerosas negociaciones para la construcción de pesqueros de armadores de capital nacional y extranjero. La filial viguesa de Armón estaría negociando el pedido de un palangrero para una empresa extranjera y fuentes del sector la sitúan como favorita con respecto al nuevo arrastrero para NAFO, aunque no hay nada confirmado. Según Touza, estos arrastreros son "barcos por encima de los 20 millones de euros, con gran tecnología", como sistemas de visión artificial para la clasificación del pescado y paletización automática.

Touza insistió en que el proceso de renovación de flota no tiene marcha atrás y que aunque comenzó enfocado en los armadores que operan en caladeros de terceros países a través de empresas mixtas, otras flotas de la cooperativa viguesa se están sumando al proyecto. Touza confía en el apoyo de todas las administraciones, de las entidades financieras y del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para apoyar a los armadores, y apuntó que hoy se reunirá en Bruselas con el responsable de la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca de la Comisión Europea (CE) para exponerle estas cuestiones. El presidente de la cooperativa también abogó por extender el nuevo tax lease a los pesqueros y reconoció que su previsión más optimista es que en los próximos tres o cuatro años puedan llegar a construirse entre 15 y 20 buques.

Tras la introducción de los ramperos en los años 60 (arrastreros de largada por popa), los periodos de construcción de pesqueros de los 80 y entre 1999 y 2003 no supusieron la introducción de tecnología innovadora a bordo frente a los planes de renovación acometidos en Dinamarca, Estados Unidos o Rusia, y el sector en Galicia es incapaz de competir con flotas que han medrado cuantitativa (China, Tailandia, Myanmar) y cualitativamente (Islandia o Noruega). Entre las mejoras tecnológicas -presentadas ayer por los astilleros Armón, Hijos de J. Barreras y Nodosa- para mejorar la competitividad de la flota pesquera en costes de explotación están los sistemas de propulsión híbrida para motores y maquinillas, timones twisted, reutilización de residuos con fines energéticos o bulbos de proa capaces de reducir la resistencia en la navegación en casi un 7%. Un arrastrero vigués estándar que opera en Malvinas consume unas 15 toneladas de combustible al día; uno de nueva construcción y con nuevas tecnologías -como la propulsión híbrida y nuevos de largado de aparejo- reducen un 40% esa factura.