El futuro de la automoción viguesa está asegurado... al menos hasta 2026. El presidente del Grupo PSA, Carlos Tavares, cumplió el guión en la que fue su tercera visita a Vigo desde su nombramiento hace dos años y confirmó ayer el lanzamiento en 2020 de un nuevo modelo de turismo que traerá asociada una inversión de 640 millones de euros y que sobre todo blinda la actual estructura biflujobiflujo (dos líneas de producción) de la planta de Balaídos, un estatus que hoy en día solo conservan los centros de Sochaux (Francia) y Vigo. Tavares, que comunicó primero la noticia a la plantilla viguesa (a los cuadros y al comité) y después al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, precisó que con este nuevo modelo PSA-Vigo tendrá garantizada una producción de entre 450.000 y 500.000 coches en el periodo 2020-2026, con lo que elevará sus niveles de rentabilidad.

VÍDEO | Carlos Tavares y Alberto Núñez Feijóo, esta mañana, en Vigo // Video: Patricia Pedrido/ Imagen:José Lores

La pelea por este "vehículo suplementario", como lo definió ayer Tavares, comenzó el pasado otoño, como avanzó este periódico en exclusiva. El patrón de PSA declinó ayer detallar el segmento o las características del proyecto, que se enmarca en una ofensiva comercial "sin precedentes" en Europa, con el lanzamiento de 28 nuevos modelos en seis años. El ejecutivo de origen portugués se limitó a reconocer que la planta de Vigo reúne las condiciones necesarias para acoger uno de esos 28 lanzamientos y que el reparto de siluetas por planta está todavía por definir, aunque como avanzó FARO el proyecto previsto para Balaídos sería un todocamino de la marca Peugeot todocaminocuyo código industrial es el P24. Tavares, que compareció junto a Feijóo en la delegación de la Xunta en Vigo, reconoció que la adjudicación supone "un gran éxito" para el centro gallego, que se encuentra entre los tres mejores del grupo en cuanto a calidad.

Tavares valoró el "talento" de la plantilla viguesa y el apoyo que PSA-Vigo ha recibido de las distintas administraciones públicas para que este lanzamiento y el del K9, la próxima generación de vehículos comerciales ligeros de PSA y Opel, sean ya una realidad. Núñez Feijóo destacó que el nuevo modelo despejará el futuro de la planta y de la industria gallega de componentes durante una década. "Consolida la posición de Vigo en el grupo, producirá un efecto dominó inmediato en la innovación, la industria 4.0, los proveedores, las exportaciones y la economía gallega en general", destacó Núñez Feijóo.

El nuevo proyecto es capital para Vigo por varias razones, a pesar de que el proyecto K9 ya asegura un pliego de elevada producción para el periodo 2018-2028. La primera es que permite el mantenimiento del sistema biflujo, las dos líneas de producción, un lujo que ahora solo tienen dos fábricas del grupo Europa y que ayudará a sostener el volumen de empleo. Caer en el monoflujo, es decir, perder una línea, se llevaría por delante a la mitad del personal del taller de montaje, con el efecto multiplicador que tendría para la industria de componentes que trabaja para Balaídos. A la vez, con la inversión confirmada ayer de 640 millones de euros, el Grupo PSA instalará en el Sistema 1 la nueva plataforma modular CMP (Common Modular Platformque comparte con su socio industrial chino Dongfeng Motors (DFM), lo que dará una mayor versatilidad de productos y permitirá un importante ahorro de costes. Hasta ahora, solo el Sistema 2, el que montará las tres siluetas del K9, cuenta con una plataforma modular: la EMP2, implantada para el lanzamiento del Citroën C4 Picasso en 2013.

Una plataforma es la base que comparten algunos automóviles y que se compone de varios órganos como los bajos de la carrocería, el grupo motopropulsor, la transmisión o las uniones al suelo, y permite generar economías de escala, lo que a la postre repercute en el coste de fabricación de un coche. Que PSA anuncie su implantación en el Sistema 1 es un síntoma inequívoco de que apuesta por la continuidad del centro vigués con su estructura actual.

Según cálculos del propio Tavares, que apuntó que dará a conocer los detalles del proyecto cuando se alcance "el nivel preciso" maduración dentro de la nueva estrategia comercial del grupo, con el K9 y este nuevo modelo PSA-Vigo trabajará a plena capacidad al menos en el periodo 2020-2026, con unos volúmenes de 450.000-500.000 coches al año. Según fuentes consultadas por FARO, se trata de una previsión de mínimos, por lo que a poco que el mercado acompañe, el centro de Balaídos podría volver a marcar nuevos récords de producción. Tavares insistió en que PSA-Vigo aprovechará este visibilidad industrial hasta 2026 para seguir modernizándose.

Tavares, que ayer visitó la planta del grupo en Madrid (Villaverde) y hoy estará en la de Mangualde, reconoció que el nuevo proyecto forma parte de un programa de producción con "vocación mundial" y que se posicionará en el centro de la gama de turismo de la multinacional francesa. El patrón de PSA trasladó personalmente el reconocimiento y el agradecimiento del comité ejecutivo del grupo al trabajo realizado por los equipos de Vigo para dar respuesta a las necesidades y exigencias planteadas y su confianza en el "saber hacer" de esta planta para asegurar un lanzamiento exitoso, y subrayó el diálogo social, a través del cual se han podido firmar acuerdos que refuerzan la capacidad de la planta para afrontar las exigencias de un nuevo lanzamiento, reduciendo los costes y dotando a la fábrica de mejores mecanismos de flexibilidad.

PSA-Vigo acapara el grueso de la inversión del grupo en el Polo Ibérico hasta 2020, que asciende a unos 700 millones de euros. Con Tavares acudió todo su equipo, en el que destacaban el director Industrial y de Supply Chain del Grupo, Yann Vincent, el responsable de la región Europa, Denis Martin, y el director Industrial para Europa, Juan Antonio Muñoz Codina, entre otros ejecutivos de la multinacional francesa.